Autoayuda, ajá…

Piedritas en el camino Hay quienes dicen que la propuesta de «Caldo de alma para el pollo» fue un exceso y un error. Que es un llamado a la rudeza, la vulgaridad y a lastimar más a los que se sienten mal. Se quejaron de que es ofensivo, de que ridiculiza la religión y exalta el materialismo.

Hay quienes dijeron que las dificultades de la vida ya son demasiado complicadas como para, encima, ponernos nosotros mismos más obstáculos y sufrimiento.  Que no tiene caso llenarnos de piedras el camino y que «el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Y las tuyas fueron malas, así que llegarás más rápido».

No sé si contestar a detalle a los críticos o hacer énfasis en dos cosas:

  1. Ayer mismo señalamos que el sentido final del «Caldo de alma para el pollo» es una sátira, parodia, ironía y burla. Y que como toda buena burla, entre más veraz es, más natural parece y más lastima a quien lo toma en serio, al tiempo que mas divierte a quien lo toma a guasa.
  2. Los libros de autoayuda no ayudan. Si la persona quiere cambiar, no necesita libros que lo guíen. Y si no quiere cambiar, aunque 20 tomos enciclopédicos le digan que hacer, no lo hará. El cambio viene de uno mismo.

Ahora, que si lo que quieres es cambiar, estoy seguro de que encontrarás muchos textos que pueden darte inspiración, apoyo y guía. Pero incluso los autores de Caldo de Pollo para el Alma tuvieron un momento casi accidental con el que lograron su objetivo. No fue sólo por leer -o escribir- su libro de autoayuda: triunfaron porque pasaron a la acción. Y ese es el punto: si no actúas, no esperes que las cosas cambien.

Les doy otro ejemplo: muchos amigos tuiteros me comentaron que qué padre que ofrecimos descuentos para ir al teatro pero que ellos no podían ir ese viernes. Que qué pena que habían pedido la oportunidad. Les comenté que @JaimeFranc tiene buenos descuentos y promociones, que si ya lo seguían. Contestaron que no, que porque pensaron que era sólo para los lectores de Dichos y Bichos. Bueno, así no se puede… En lugar de quejarse, vean cómo pueden participar en el #TwiterosAlTeatro100. Basta que levanten la mano para ganarse su descuento al teatro. Si no lo hacen, no se quejen.

Así que… Si alguien más se queja, en mi próximo caldo de alma para el pollo, pediré un ala de ángel con mi caldo. Saludos a @Emmanuel_Lazos, quien creó la idea…

 

Fotografía Creative Commons License Keoni Cabral via Compfight

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