¿Compra, vende…? Bezos

El Zenit: WP

El Zenit: WP

Hay un periódico que por casi 80 años marcó el paso de la capital de Estados Unidos. Nos referimos al Washington Post, un ícono tan grande del periodismo que logró mediante el periodismo de investigación derribar al presidente Nixon, al desatar el célebre escándalo Watergate (que hace que a cualquier tontería medianamente escandalosa le agreguen lo de -gate, para tener lo mismo el Lewinskygate que el Obamagate que el Lar-gate).

Uno de los méritos de esa casa editorial es que por casi 80 años se mantuvo en las manos de la misma familia, los Graham. Entre ellos destacó Katharine, quien como directora tuvo que decidir si se la jugaban o no en contra del Presidente Nixon. Y lo hizo por casi dos años. Y sus más de 2,500 colaboradores sabían que era la línea que ponía a ese periódico en lo más alto del periodismo de la capital del país más poderoso del mundo: incluso este año publicó el escándalo del espionaje del gobierno de EE.UU. a sus propios ciudadanos sin orden judicial, otro escándalo mayúsculo y una de las mayores fallas del gobierno de Obama.

Para nadie es secreto que el periódico tradicional, el hecho en papel, está perdiendo mercados en todo el mundo. Esto porque es difícil contender en oportunidad con los medios electrónicos, particularmente con Internet: la información que sale impresa mañana en la mañana es obsoleta una hora después del cierre del periódico, y unas tres horas antes de que llegue a las casas de los suscriptores o a los puestos de revistas.

Claro que el buen periodismo tiene otra función: dar el análisis a detalle de la realidad. Explicar por qué pasan las cosas. Hacer historia en el primer instante: lo inmediato. Y dejar constancia de qué se piensa hoy sobre lo que pasó hoy. Tiene mucho qué hacer… pero tal vez deja de ser negocio.

Y esto es particularmente cruel en casos como el Washington Post: los últimos 7 años ha perdido ingresos. Siete años al hilo. Se dice fácil, pero sin duda demuestra que «no es negocio». En realidad, si lo es: es uno de los primeros periódicos que hizo la mudanza al mundo digital, con el modelo de «información general, gratis; detalles, seguimiento, archivo e información a detalle, por cuota previa». Sin embargo, no basta.

Así que han decidido «desincorporar» el activo de la familia. No más WP (Washington Post, no WordPress) bajo la conducción de un Graham. Será ahora Jeff Bezos, fundador de Amazon, quien compre el periódico insignia de la capital de EE.UU.

Detalles interesantes: Bezos no lo compró porque tenga experiencia en medios. No lo compró porque lo quisiera. No lo compró porque no fuera negocio. No lo compró Amazon.com. Lo compró él directamente. Lo compró para tratar de redefinir el negocio -como lo hizo antes con los libros-. Lo compró para ayudar a sus amigos Graham. Lo compró este hombre que empezó un negocio con $300,000 y hoy factura 6.1 billones de dólares al año en ventas. Lo compró para reformarlo y expandirlo.

La gran pregunta es si un Washington Post bajo la propiedad de Bezos mejorará, empeorará o se mantendrá igual. Al final, ya no es presión ganar dinero. Tiene un Sugar Daddy que puede patrocinarlo aunque pierda dinero. Y que sabe hacer negocios digitales. Yo me imagino muchas opciones de por qué y para qué… y les contaré algunas en la próxima entrada de Dichos y Bichos. Lo cierto es que si quiere comprar algo, desde libros o tabletas hasta pañales o plantas… el Amazon de Bezos. Y si quiere vender algo, como un periódico de larga tradición, también hay cliente: El Jeff Bezos, creador de Amazon. ¿Así o más claro?

 

Imagen de hoy por blmiers2 via Compfight

Un comentario

  1. Muy interesante. A mi me dicen que no compre libros en papel ¿será?

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