Esperanza. Lo que queda cuándo no queda nada.

Esperanza... lo que queda.

Esperanza… lo que queda.

En los últimos días y a raíz de mi reciente cumpleaños, muchas de las felicitaciones que me hicieron llegar por distintas vías -casi todas virtuales: Facebook, Twitter, Whatsapp, SMS- y hasta en charlas personales tienen que ver con una cosa: «Te vemos muy activo en redes sociales, y promocionando mucho tu nueva novela». Si, así es. Tengo esperanza de que le irá bien.

Pero no es todo lo que he hecho: desde el último año he publicado una novela (El Tesoro de Cuauhtémoc), terminado una más (El Hombre que dejó de soñar), estoy reescribiendo otra (Las Mujeres que solían soñar); avancé la segunda edición de «De Hormigas a Tiburones»…  Y muchas otras cosas más. Como me dijo alguien, «se nota que ya eres escritor de tiempo completo». Y si, puede ser que se note que a eso me estoy dedicando en cuerpo y alma.

Pero no solo es eso: también es avanzar proyectos para clientes: diseño y formateo de libros, establecimiento de guiones y desarrollo editorial, versiones para imprimir y en formato digital. Eso sin contar los tesistas que también apoyé en este periodo. Creo que, haciendo el recuento, logré la meta de «un libro al mes durante el año», con todo lo que eso implica. Y como lo dije en el Manifiesto de Don Quijote.

Mucho por hacer

Comentaba también que mi calendario de trabajo está lleno para todo el año:

  • #CALEXIT. La historia que viene (en escritura). Abril.
  • #CALEXIT. The upcoming history (traducción). Mayo.
  • Las mujeres que solían soñar (en edición). Junio.
  • De Hormigas a Tiburones 2a. edición (en actualización). Julio.
  • Taller On-Line Escribe Hoy. Agosto.
  • El hombre que dejó de soñar (en diseño). Septiembre.
  • Buscando a Cuauhtémoc (Título tentativo. En diagramado). Octubre
  • Proyecto NaNoWriMo 2017. Noviembre.
  • Colección «Las mujeres que solían soñar» en un único volumen. Diciembre.

Eso sin contar con las conferencias y talleres de Escribe Hoy, los talleres De hormigas a tiburones y las visitas literarias…  más lo que se acumule. Como más proyectos de tesistas y clientes. Y si, aunque «El hombre que dejó de soñar» ya está casi lista, debe lanzarse primero la segunda parte, «las mujeres que solían soñar». Ya les contaré por qué no está lista aún. Pero pasa porque apenas me prestaron este librito en edición de 1709… y tengo que «cargarme de inspiración» para retrabajar el texto.

Esperanza: lo que queda cuándo no queda nada

Y si: digo que «esperanza es lo que queda cuándo no queda nada»: Estamos a poco más de una semana de cerrar la campaña en Kickstarter para el lanzamiento de #Calexit y si bien no va tan mal como otras -en una logré un donativo de cien pesos y ya-, aún no alcanza el 20% de la meta. Vi la semana pasada una campaña que estaba al 50% a menos de 24 horas de acabarse. Pero, al final, logró el 125% de los fondos necesarios. Creo que lo puedo lograr. Pero si requiero su apoyo. Recuerden que pueden donar desde 25 pesos y puede ser anónimo si lo prefieren.

Porque les confieso:  no puedo avanzar más rápido con los proyectos por falta de fondos. Y recién me han convencido de que necesito más apoyos para lograr estas y otras tareas que están en mente.

También tengo una alternativa para que se vuelvan «productores asociados» en algunas ideas. ¿Alguien está interesado? Contáctenme por redes sociales o en el correo gonzalo @ gjsuap.com (Hay opciones de inversión desde 3,000 pesos). Porque la esperanza es lo que queda cuándo no queda nada, y yo aún tengo una semana para lograr la meta de financiar el lanzamiento de #CALEXIT y ocho meses para completar el trabajo de este año. ¡Súmense y apoyen la campaña en Kickstarter!

Imagen de hoy: Creative Commons License Camera Eye Photography via Compfight

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