Limbo: Un feo lugar para vivir… Y allí ando

Limbo  - Imagen de hoy DeeAshley
Limbo

Por esas cosas de la vida, estas últimas semanas me la he pasado en una especie de limbo. Sabes que no estás mal, pero dista de estar bien. Sabes que no todo funciona, pero no hay nada de gravedad que te haga sentir que estás mal. Es ese limbo que, muy a veces, puedes sentirlo.

Tal vez la primera vez que recuerdo haberlo vivido en mi vida adulta ocurrió en un barco. En medio de la niebla, sin poder ver más allá de un par de pasos en cualquier dirección. La situación era angustiante, por una cosa en particular: nadie sabía que estaba allí, solo, a esa hora. De caerme o lastimarme, nadie se enteraría hasta el desembarco mucho después.

Aún así, la paz que ofrecía esa situación era hermosa. Un alejamiento total del cuerpo, la mente libre, la privación sensorial profunda. Y sí: aunque la emoción era grata e intensa, no sería lo ideal para vivir por mucho tiempo.

Limbo: allí ando

Y sí: estos días me he sentido  viviendo en el limbo: indefiniciones, imprecisiones, datos incompletos.  Así va la vida estos días. Ya les había comentado en Desaparecido, ¿Dónde andas que aquí no andas? Y casi un mes después, las cosas no han cambiado mucho.

Lo cierto es que sigue la incertidumbre, y aunque parece que todo saldrá bien, en este momento sigo en la indefinición. Claro que eso es magnífico para repensar, plantearte cosas y avanzar. Pero definitivamente no es el lugar ideal para vivir. No permanentemente.

A quienes me han escrito preocupados o sorprendidos, les digo: tranquilos, hay avances y pronto estaremos de vuelta al 100 %. Aún no les puedo contar los detalles, pero serán positivos sin duda. Mientras tanto, recuerdo estar parado en esa niebla, espesa, envolvente. Con su luz omnipresente pero sin claridad. Sabiendo que, la enorme ventaja de estar en esa situación es que era temporal.

Imagen de hoy: DeeAshley

Un comentario

  1. Ánimo, las pausas son buenas y a veces hasta necesarias.

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