Miedos

Miedos

Miedos

Sé que los miedos y temores son muy fuertes motivadores humanos. Hoy día, estamos muy temerosos de un potencial contagio del mortal virus del Ébola… a pesar de que hay no más de tres casos en todo el continente americano.

La verdad es que hay muchas enfermedades más abundantes que esa -por ejemplo, sobrepeso y obesidad afectan al 70% de los mexicanos- pero «no importa», porque son tan cotidianas que ya dejamos de percibirla como problemas. O bien, conozco muchas personas «espantadas» por la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, sin saber que en todo el país se dan únicamente 3,500 adopciones al año y hay menos de 500 parejas homosexuales casadas en la capital, de las cuales menos del 10% han manifestado su interés en adoptar. Aún así, hay 70,000 niños en orfanatos públicos y privados (eso es, uno por cada 12,000 católicos) y no vemos al 0.01% de esa población pidiendo adoptarlos… pero si debaten y protestan por los 50 niños que podrían acabar «en manos de las perversiones de esas personas desubicadas, los homosexuales» (sic). Los datos nos demuestran que el problema no es problema, y que esos miedos son distractores de temas realmente importantes. 60% de las mujeres de 19 a 25 años son víctimas de violencia de pareja, muchas de ellas a través de golpes, lesiones o violaciones. Son varios millones que «no importan» porque eso pasa «hasta en las mejores familias».

Pues bien, en TED uno de mis ponentes favoritos, Hans Rolsing y su hijo Ola Rosling demostraron en su charla «cómo no ser ignorante acerca del mundo» como un auditorio tan sofisticado como el que asiste a TED sabe menos del mundo… que un grupo de chimpances opinando sobre el mismo tema. Una de las preguntas es si hay más muertos por desastres naturales, cuántos años van a la escuela en promedio las mujeres menores de 30 años en el mundo, y si ha aumentado la pobreza extrema en el mundo. (Las respuestas están disponibles en la conferencia; no les daré la oportunidad de ganarle a los chimpancés).

Lo que demuestran a continuación, es que incluso entre los periodistas el desconocimiento de los datos nos lleva a errores de comprensión y de alcance sobre el tema. Al pensar, por ejemplo, que hay más pobreza en el mundo pueden agravar la comprensión del problema: si, hay pobres y sus historias son terribles. Pero hay menos pobres, particularmente pobres extremos.

Recomiendan tres «reglas de dedo» muy útiles para no equivocarse en la interpretación de hechos:

  1. Casi todo tiende a mejorar con el tiempo. Si te preguntan si algo mejora o empeora, lo más probable es que mejore.
  2. La mayoría de las personas están al centro de las situaciones. Ni son lo peor ni lo mejor. La mayoría está en el centro.
  3. La mayoría obtiene las cosas básicas. No pensemos que hay que ser muy muy rico para tener cosas como escuelas. Pueden ser precarias, pero las tienen. En el caso mexicano, la cobertura es del 99% de los niños en edad escolar, por ejemplo.
  4. Las cosas que te dan miedo, tiendes a exagerarlas. Los tiburones son aterradores… pero matan menos personas que las arañas. Pero un tiburón causa más miedo. Lo que te hace sentir mal, lo haces más grave.

En resumen, no temas ni a las adopciones gay ni al ébola ni a los tiburones: tenle miedo a la obesidad y al sobrepeso. O la violencia intrafamiliar. Aunque no te aterren. Es más probable que te afecte eso.

Por eso, les recomiendo mucho ver la charla de Hans Rosling y su hijo Ola Rosling, «cómo no ser ignorante acerca del mundo». Viene, como muchas otras recomendaciones, desde el sitio de TED.com (y es, obviamente, Creative Commons: pueden compartirla gratuitamente, y más si hacen referencia a esta entrada…):

Imagen de hoy Brett Davies via Compfight y charla de hoy desde TED.com

2 comentarios

  1. La adopción gay es mera tribalidad, eso no es algo que se deba progresar. la gente no le tiene miedo a la obesidad porque "es un problema del gobierno", se despersonaliza el problema.
    My recent post The Croods

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