¿OsCarnal mexicano?

¿OsCarnal?

¿OsCarnal?

Ahora que la película de Alfonso Cuarón, «Gravity», obtuvo siete premios Óscar, incluyendo el de Mejor Director, muchos dicen que se trata de un verdadero «momento mexicano» y que arrasamos con los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. La verdad es que da mucho gusto ver un talento nacional triunfando en el mundo.

Recuerdo que, cuando salí de ver la película Gravity le dije a mi familia «Acabamos de ver un Óscar». Al final, no fue uno: fueron siete. Y es que sus efectos especiales son majestuosos, la actuación de Sandra Bullock me gustó, la música es notable y es una película que se somatiza de una manera atípica. Vean «Cuarón, aplaudido de gravedad» para ver una reseña anterior. Pero recordemos que allí dijimos:

Además es una película que puede somatizarse muy bien: la angustia de la falta de aire, el mareo de las vueltas, la conmoción del espacio abierto y la nada, el silencio en el que explota la estación espacial es sobrecogedor. Porque si bien Star Wars nos ha enseñado lo grandioso de los rayos láser y las explosiones monumentales, en el espacio reina el silencio absoluto: su vacío casi total se acompaña con la falta de transmisores de sonido, y por tanto, un silencio ensordecedor. Y la banda sonora refuerza esos elementos.

Pero de eso a asumir que se trata del «OsCarnal Mexicano» es un exceso. La mayor parte de la carrera de Cuarón se ha desarrollado en Estados Unidos, con colegas de ese país, directivos de ese país y trabajando para empresas en ese país. Es decir, no es un triunfo de la cinematografía nacional, sino de un nacional que se dedica profesionalmente a la cinematografía… en Estados Unidos.

Incluso los otros dos ganadores de ascendencia mexicana, Emmanuel el «Chivo» Lubezki y Lupita Nyong’o (mitad keniana mitad mexicana) no son precisamente un charro o una indígena. Y no es que hayan desarrollado su carrera en México: son mexicanos triunfando en el mundo.

Como bien dijo mi amigo José Manuel Azpiroz en Twitter:


Es un mexicano que triunfa, no un triunfo de México. Y no es algo menor tampoco. Creo que debemos celebrar, volver a verla, tener un ejemplo de un mexicano triunfador… pero no olvidar que la película más taquillera y exitosa de México fue «No se aceptan devoluciones». Y eso debe bastar para ver nuestro verdadero nivel.

Imagen de hoy por TempusVolat via Compfight

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