¡Se acabó!

¡Se acabó!

¡Se acabó!

¡Listo! Tras un mes de publicar diariamente, cierra hoy el #RetoBlog de noviembre de 2014. No fue fácil, estuvo plagado de fallas y errores, entraron pocos y perdimos a casi la mitad… pero llegamos al final. ¡Se acabó! ¡Finito! ¡Se ha ido!

El Reto Blog es ante todo un reto del autor consigo mismo: la idea es hacerse del hábito de trabajar diario en sus textos, cosa que yo no logré por lo personal o por lo laboral o por lo que sea.

Además, a mitad de mes leyeron sobre la tristeza y la angustia en la que estábamos, y luego encontraron días muertos. Debo confesar que esa angustia no se ha quitado del todo todavía; esa sensación de desasosiego continúa pues en este caso el éxito fue un «no-perder» más que un ganar.

Como dijimos en otra entrada, era una auténtica parajoda: hagas lo que hagas está mal, o por lo menos no tan bien como podría estar. Si, octubre fue un mes triste porque tampoco logré avanzar en los proyectos autorales que traía en paralelo. Y ni siquiera pude cumplir al cien por ciento mis objetivos laborales: la que es la tarea más grande, importante y delicada que traíamos no ha salido, y algo que no estaba en el radar al principio del mes y que nos consumía días y noches no ha concluido… si bien los pasos faltantes no son de mi responsabilidad y falta poco, aún no acabamos con eso.

Pero ya me estoy desviando: les quería contar lo mejor de este mes. Tomé un blog que publicaba una entrada cada 3 ó 4 días y logré hacerlo crecer en 30 entradas más. Creció, por mucho, el número de comentarios y visitas. Logré acumular en un día lo que antes me tomó un mes entero. Hay decenas de comentarios y nuevos lectores y suscriptores. Hay muchas ligas a blogs nuevos, de autores que ya eran amigos y de otros más que ahora lo son.
Sin duda me alegra cuando volteó y veo que, a lo largo este mes, avanzamos poco más de 15 mil palabras –si, quince mil palabras escritas en un mes, de “a ratitos”, en unos 15 a 20 minutos por vez y ciertamente no más de una hora al día. Eso me alegra. Pese a todo, cumplimos.
Quiero agradecer a PokzBo, Emmanuel_Lazos, Tinosoft, Ricardo del Rock y a Monoaureo que no me dejaron abandonar y estuvieron diariamente, a ratos con ausencias o con insistentes presencias, pero estuvieron siempre con nosotros.
Gracias a lo que aprendimos y avanzamos, puedo decirles que estoy listo listo para lo que sigue en el mes de noviembre, para pulir las técnicas y descubrir qué hacer y cómo hacerlo. Confirme que no necesitas investigar 100 libros antes de escribir un párrafo; puedo hacerlo. También vi que puedo hacer y cómo ajustar mi técnica de trabajo. Por ello, les comento que en noviembre me meteré al reto del NaNoWriMo: el “National Novel Writing Month”. El reto es escribir una novela en un mes. Y porque durante el #RetoBlog de octubre aprendí nuevas cosas, ya sé cómo hacerlo. Por fin encontré sentido al texto de Ernest Hemingway: “escribe ebrio, edita sobrio”, como les comenté en La Horrible Edición.
Así pues durante noviembre por las noches escribiré sin freno y con pasión –y no necesariamente ebrio- y en el transcurso del día editaré, racionalmente y paso a paso. Esilo Hemingway, pues. Quiero ofrecerles al acabar noviembre como regalo de navidad una novela, tal vez corta, acaso brillante… o no. Pero sin duda un texto que les pueda resultar de interés.
Los espero en enero del próximo año en un nuevo Reto Blog. A todos los lectores asiduos, a todos mis compañeros del Reto, a todos ustedes que le cayeron por acá… ¡Muchas gracias! Los espero pronto, en el noviembre de novelas y el diciembre de festejos. Los mantendré al tanto de cómo vamos con los otros libros que deben estar antes de cerrar el año y no tengan duda: Dichos y Bichos seguirá publicando. No a diario, pero seguirá publicando. Por ello, a todos ustedes ¡muchas gracias por acompañarnos a lo largo de este mes! Y si bien estoy triste porque termina, tengo la alegría de haber cumplido la meta. ¡Se acabó!

Imagen de hoy Matthew D. Britt via Compfight

Comentarios cerrados.