Teclas: ¡pégales, pégales!

Teclas, ¡pégales, pégales!

Teclas, ¡pégales, pégales!

Ahora que ando apurado escribiendo mucho -como les comenté en duelo a muerte ¿venceremos?– vuelve a surgir un gran debate: Cuándo tienes que escribir mucho y rápido, ¿Es conveniente escribir o dictar? Por supuesto que hay argumentos para ambas posiciones, y yo mismo no lo tengo claro.

Así que a continuación les voy a comentar mi posición y recomendaciones en ambos sentidos. La verdad es que en general prefiero escribir pegándole a las teclas que dictando, pero no tengo problema en usar también la otra técnica. Claro que hay un par de matices que debemos tener en cuenta para que funcione.

Dictarle al software.

Lo que no me gusta del software de dictado es que, o bien le dictas los signos de puntuación -lo que es un tanto incómodo, porque es poco natural e incómodo- o tienes que pasar demasiado tiempo editando. Les confieso que a veces las entradas de blog las dicto porque son textos breves y puedes revisarlos rápido. Pero algo más largo es incómodo.

Durante mucho tiempo use en la Mac el iListen: una verdadera maravilla, Entendía rápido, era natural en los comandos de puntuación y se trabajaba de maravilla. Pero entonces Mac sacó sus computadoras basadas en Intel y no sé por qué razón desapareció el programa.

 

Tengo Dragon Naturall Speaking instalado, incluso en la versión que incluye grabadora. Pero tiene dos dificultades a mi gusto: sólo entiende inglés, y mi acento no le gusta nada. Me genera primeros borradores muy sucios, y me desespera lo lento que es y lo mucho que se traba. Tal vez necesite una computadora más poderosa para correrlo bien. Casi no lo uso.

En cambio, el sistema de reconocimiento de voz en un celular Android es bastante bueno, excepto porque no reconoce bien la puntuación. Entonces, dicto de corrido y luego añado la puntuación. En un texto breve, como un post, funciona bien. Para libros me parece muy incómodo.

Por cierto, Google Docs ya sacó la herramienta de reconocimiento de voz. Y aunque es menos efectiva que la del celular, cumple mejor que Dragon, la hay en español y no te cuesta. En una entrada posterior les comentaré cómo usarla.

Pegarle a las teclas.

Así que la verdad prefiero pegarle a las teclas. Eso si, cada hora y media o dos debo parar al menos quince minutos, o empiezo a tener dolor en las muñecas o a escribir con dislexia. Y si, eso obliga a hacer una edición más cuidadosa.

Acá les enseño lo que mi pobre teclado ha padecido en casi tres años: a ver si saben cuál es la «n», la la «l», la «o» y la barra espaciadora con sus dos colores. Porque, lo confieso, me gusta ser escritor y pegarle a las teclas. Y por hoy los dejo, que me faltan tres capítulos y varias cosas más por escribir el día de hoy. Nos leemos… luego.

Mi teclado golpeado

Mi teclado golpeado

Imagen de hoy Elliott Brown via Compfight y foto por @gjsuap

2 comentarios

  1. Héctor Del Valle

    Así está mi compu, aunque bueno, ya tiene casi 10 años. Intenté ponerle las letras con plumón indeleble, pero sí se borra a cada rato.
    Y sí, esperaré el post con el programa de dictado, creo que sería de mucha ayuda.

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