¡¡Zombies!!

¡¡Zombies!!

¡¡Zombies!!

Hace poco me dijo un amigo que extrañaba cuando Dichos y Bichos era un blog vivo, que publicaba a diario y tenía buenos debates entre sus lectores. Que en cambio ahora se le figuraba como un panteón doblemente abandonado: ya no hay muertos y ya no hay Bichos siquiera (como nadie trae flores ni hay sepulcros recientes, ni siquiera los insectos surgen). Por supuesto, el comentario me entristeció pero tuve que reconocer que, pese a que me molestara, tenía algo de razón: esto ha estado muy abandonado. Tres entradas apenas a lo largo de un mes. Y varios borradores que no han salido al aire. Es muy poco… Pero definitivamente no está muerto.

Digamos que, en ese término tan de moda entre la televisión y los videojuegos, ha estado en un «modo Zombie»: es un muerto viviente. Diariamente le llegan unos 15 a 20 visitantes, aunque la mayoría llegan a entradas antiguas desde algún buscador (Paradójicamente, Benito Juárez y Aureliano Blanquet siguen siendo grandes favoritos). ¿Las razones? Creo que ya las había expuesto, pero las insisto: cambio de trabajo -que cambió los ritmos-, falta de tiempo y dinero, caída y «destrucción» de la iPad que redujo el tiempo disponible para avanzar el tema (update: sigue rota. ¿Les dije que falta el dinero?) y que debí retomar, por instrucción médica, algo de ejercicio, con lo que pasé de escribir a hacer ejercicio.

Pero la verdad es que la propia naturaleza termina venciendo: debo escribir. Es fundamental. Es algo que disfruto hacer y que debo hacer en base diaria. Y más ahora que cambié el teléfono -tocaba renovación- y puedo tomar mejores fotos para compartir con Ustedes. Y así, retomaremos uno de los objetivos de este blog: retratar la vida urbana cotidiana.

Así que… no sé si diario, no sé si bien. No sé si a su gusto o al mío, por necedad (o por ser #Neciosito, que dicen algunas…). Pero aquí seguiremos. Y si logro retomar todo junio, para julio les tengo una sorpresa especial. Espero me acompañen haciéndome saber que hay alguien del otro lado, que vale la pena -o la alegría más bien- dedicar un rato a esto, así sea a costa del sueño o del ejercicio. ¡Bienvenidos de nuevo, y gracias por estar!

Foto de hoy por Andrew Pascarella vía Compfight

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