Como cada año nuevo, 2014 inició con muhcas ilusiones y esperanzas. Pero muy pronto demostró que no sería precisamente un buen año, ni en lo personal ni en lo general. Pese a todo, llegamos al final del mismo vivitos y coleando, lo que ya es ganancia.
En el último recuento del año, debemos reconocer que en lo laboral, en la salud, en lo personal y en lo financiero fue sumamente complicado en general.
Enfrentamos dos operaciones en la familia -cuándo regularmente no tenemos ni una cada cuatro años en promedio-, en lugar de un ascenso largamente prometido tuve que someterme a concurso sólo para mantener una plaza inferior; muchos logros y esperanzas que planteé a lo largo del año no salieron o no ocurrieron como esperaba. Por ejemplo, en casi 20 años de docente es el segundo peor año en las evaluaciones que hacen mis alumnos.
Muchos amigos que solía frecuentar se alejaron, no por peleas o discusiones sino porque cambiaron de trabajos, país o casa y la convivencia se volvió más complicada.
Además, tuve que cambiar de casa por primera vez en más de un lustro y por segunda vez en mi vida, lo que fue todo un reto por las dificultades para cerrar el trato a tiempo -digamos que la mudanza pesada tuvo que hacerse entre la una y las cuatro de la mañana de un día previo al final del plazo… en un día que estaban repavimentando la calle.
Bajé casi veinte kilos y recuperé 10. Gasté más en médicos en este año que en la década previa. Ya empiezo con ciertos achaques constantes, que pueden ser lo mismo por exceso de estrés que por exceso de estrés. O bien, causadas por el estrés.
En el lado positivo, logramos sacar el Reto Blog en octubre, y empezaremos uno en enero. Completé, tras casi tres décadas, mi primera novela, ganando con ella en el #NaNoWriMo, al poder escribirla completamente en un mes. Pude ver por primera vez dos juegos de béisbol de Grandes Ligas en Los Ángeles, EE.UU., y me tocó viajar en promedio dos veces al mes en avión, incluyendo viajes a Tijuana de ir y venir el mismo día.
Y lo más importante: logré compartir todo eso, y mucho más, en vivo, en tiempo real, o con reflexiones muy a bote pronto a través de Dichos y Bichos. Afortunadamente, el 2014 ya es historia. Y los espero a partir de mañana en un nuevo Reto Blog y les iré anunciando nuevos retos y proyectos. Por lo pronto, ¡Adiós, 2014!
Imagen de hoy Chien Liang Kuo via Compfight