Abril ya llegó. La primavera también. Y ahora resulta que ya pasó un cuarto del año. Recién pasado mi cumpleaños, es como año nuevo para mi. No es algo nuevo; por ejemplo, en abril de 2013 también toqué el tema. Abril suele ser un punto para pararme a hacer un examen. Y sí, no importa que vayan ocho días del mes: está empezando -y vienen las vacaciones de Semana Santa-.
Tal parece que es uno de esos momentos del año en que más me angustia saber si las metas están avanzando o no; y qué tendría que hacer para lograrlas. Y eso pasa año con año.
Les comento no sólo porque -como lo he dicho desde el principio- Dichos y Bichos es mi espacio más personal, sino también porque es el lugar en que, como autor, procuro interactuar con mis lectores. Es una manera de involucrarlos en el proceso.
Abril ya está aquí.
Bueno, en el renglón que peor voy es en los talleres. La intención era que Escribe Hoy tuviera al menos un taller al mes. Eso implicaría tres en lo que va del año. No, no hemos tenido ninguno. En parte, porque el primero que ya teníamos programado y con alumnos, me pidieron cambiarlo de fecha… dos veces. Es difícil ser creíble si anuncias lo mismo tres veces. Asumo el error. Debió impartirse así fuera con un alumno -aunque no cubriera ni los costos-. Sí, he podido dar asesorías personales, pero el taller, no. Me da algo de nervio programar una nueva fecha sospechando que no se podrá cumplir. Más que nada por la sede: reservar y cancelar tres veces no está bien.
También pesa el «círculo vicioso»: como no hay talleres, no le inviertes a la publicidad. Dado que no inviertes en publicidad, la respuesta es muy moderada. Como la respuesta es pequeña, no inviertes en publicidad. Y sigues pensando que «el siguiente mes, si sale bien, si lo haré». No, bueno. Eso no ayuda. Y al no actualizar la página, anunciar «el próximo taller en enero de 2019» se ve peor.
Libros. A pesar de que queda poco tiempo libre -y en el que queda, poco le dedico a escribir- sigo avanzando. Una traducción está casi lista, y se liberará este mes de abril. Otra sigue en marcha, pero algo detenida, por el mismo tema: con poco tiempo libre, hay poco dinero extra. Con poco dinero extra, poco puedes avanzar en servicios contratados. Y meterle tiempo propio no está mal… pero no basta para acabar rápido.
Otros proyectos. El mundo no se acaba en esas dos tareas. Los demás proyectos van, lentos pero se mueven. El riesgo es que durante este mes la agenda no dejará avanzar tanto como quisiera. Hay que hacerlo. Pero… ¿Se podrá pronto? No lo sé.
Barreras involuntarias.
El tema principal es la falta de internet en dónde ando a veces. Si, el «estilo de vida Laptop» alega que puedes trabajar en dónde sea, incluso en el celular. La verdad es que no ha sido tan fácil hacerlo. La cobertura puede o ser buena, o el consumo de datos crecer mucho. Ya van tres meses en que requiero contratar megas extra (y aún no puedo cambiar equipo y paquete).
Lo que sí puedo decirles con algo de orgullo es que, tras haber hecho el presupuesto de inicio de año, no he faltado a la meta de ahorro que me hice. En parte ayuda que me encontré una app que lo hace fácil y sencillo, a la vez que da buenos rendimientos. Y aunque no es un monto estratosférico, da gusto saber que no me he fallado en todo el año. Ya les contaré de ello.
Ya aprendí a manejar mejor la nueva versión de WordPress, Gutemberg. Así que puedo volver a publicar con relativa facilidad en el blog. Si, debí vencer las barreras involuntarias: la resistencia al cambio y la capacidad de aprender algo nuevo. Pero allí vamos.
Por lo demás, ha sido un año lleno de satisfacciones. Y de mucho estrés. Más del que hubiera creído en diciembre pasado. Pero… abril ya está aquí y esto no se detiene. Sigamos adelante. ¿Me acompañan?
Imagen de hoy: Jim Roberts Gallery
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