Accountability. Perdón por empezar con un anglicismo, pero tristemente no hay una traducción exacta al español de tal palabra. En un sentido implica «rendición de cuentas», pero no sólo. La rendición de cuentas suele limitarse a algo parecido a la contabilidad: cuánto recibiste, cuánto gastaste. Pero es más amplia que eso.
En otra de las acepciones, implica «responsabilidad». Es decir, no sólo tuviste los recursos y los gastaste, sino en definir también en qué los gastaste y por qué lo hiciste en esa forma y no de otra. Pero es más amplia que eso.
En un tercer sentido, implica «justificación»: no sólo en qué y por qué gastaste el dinero, sino una explicación mucho más amplia. Y es porque pide comparar opciones. ¿Por qué comprar focos normales y no ahorradores? ¿Porqué comprar focos ahorradores «de socket normal» y no de instalación con balastra? ¿Por qué no mejor cambiaste a luces LED, aunque fueran mucho más caras? ¿¿Porqué??
Pero lo mejor de Accountability es que toma los tres sentidos en una misma palabra. Y tristemente no existe una traducción al español. Porque cualquiera de sus potenciales sinónimos quedan faltos en al menos uno de sus tres sentidos. Si, no es de sorprender que es un término que se utiliza mucho en la administración pública, y también, pero en menor medida, en la administración privada.
Aunque en sociedades en que el monarca era absoluto, los presidentes eran absolutos, los dictadores más; en que las mayores empresas son concesiones del Estado o empresas familiares… ese término sale sobrando. Es decir, en buena parte de Iberoamérica.
¿Y por qué nos detenemos en algo tan técnico este fin de semana? Ah, bueno… Eso mañana les cuento. Y eso, si no se me atraviesa algo más importante que rendir un accountabiity de porqué decidimos usar este espacio el día de hoy en hablar sobre la accountability… 🙂
Imagen de hoy por Inger Klekacz via Compfight