Pues empieza enero y con él arrancamos 2019. Promete ser un año muy movido y lleno de retos y logros. Pero, lo más importante, lleno de letras y resultados vinculados a ellas. Escribir, leer y volver a hacer de Dichos y Bichos un espacio en el que nos encontremos varias veces a la semana para compartir ideas y observaciones.
Es cierto, han sido unos meses muy muy complicados. Se los comenté en la última entrada, a finales de noviembre. De poco sueño, mucho trabajo y resultados dispares. Poco a poco tuve que irme quitando de algunos buenos hábitos -como meditar a diario o hacer una lección de Duolingo cada noche-. Fue desgastante sin duda. Pero esa etapa ya quedó.
No es sencillo adaptarse a cambios tan intensos como esos. Muchos lo padecieron. Entre ellos, mis hijos a quienes dejé de ver por mucho tiempo -o vaya, los veía cosa de 30 minutos cada tres o cuatro días, por lo general para llevarlos a la escuela.
Arrancamos 2019
Pero todo tiempo pasa y las cosas cambian. Sí, seguiré con el proyecto en que estoy. Pese a todo vale el esfuerzo adicional. Y más si piensan que es como las montañas rusas: el peor momento es el arranque. Una vez que ya empezaste, lo demás es casi de bajada. Aunque existan aceleres y frenadas según los avances, curvas y desniveles.
Por lo pronto, volveremos a publicar al menos tres veces por semana en Dichos y Bichos. Sí, incluídos videos una vez a la semana al menos. Les debo varias reseñas de películas y libros. En particular de libros. Avances de proyectos. Talleres y cursos. Nuevas novelas. Todo lo que hace de Dichos y Bichos un espacio para comentarles cómo vamos.
Y recuerden: este esfuerzo no es nada, no sirve de nada, y se pierde si no contamos con los lectores que, cotidianamente, nos leen, comparten lo que hacemos y nos hacen llegar sus sugerencias y propuestas. Con ustedes, todo. Sin ustedes… casi nada. ¿Nos leemos el viernes, pues? ¡Va! Porque arrancamos 2019 ¡con todo! ¿Se suman?
Éxito en éste 2019 y ojalá si hagas entradas mas seguidas a tu blog, por ti y por quienes te leemos.