He leído recientemente un texto de Gabriel Zaid. Primero, debo confesar que Zaid es uno de mis autores favoritos porque logra reunir sentido común con una extraordinaria erudición. En el ámbito económico, sus textos«hacen falta empresarios creadores de empresarios», «el progreso improductivo» y «de los libros al poder», entre otros, en los que muestra que… estamos haciendo todo mal desde el punto de vista económico. Pero además, es un hombre tan contrario a la fama (o la idea de que ser famoso implica reconocimiento visual; «que juzguen mis ideas por su mérito y no porque son mías») que ni siquiera hay fotos de él… ni siquiera en las portadas o presentaciones de sus libros.
El Progreso Improductivo y la línea 12
¿Por qué no crecemos? Porque nos gusta el progreso «desde arriba»: la planta de alta tecnología y con inversión de millones de dólares, que crea pocos empleos; la máquina de coser, la bicicleta habilitada como mini torno (como los de los afiladores de cuchillos) no se ven bien, pero cuestan apenas miles de pesos y son, por tanto, infinitamente más productivas que las mega inversiones. Pero no crean jerarquías burocráticas públicas o privadas, y por tanto, no le gustan ni al gobierno ni a los grandes empresarios. Por eso hacen falta empresarios creadores de empresarios: no quien venda productos finales al consumidor, sino pequeñas herramientas y maquinarias acordes para la pequeña producción. Interesante y real. Tampoco dice que dejemos de hacer grandes inversiones, pero no pueden ser el motor.
Por ejemplo, partiendo de su visión, la Línea 12 del Metro, la llamada Línea Dorada, es un gran error. Se trata de transportar a la población de la zona suroriente de la ciudad hacia el surponiente y centro. Pero si en lugar de construir esta megaobra pública (la más grande del país en este momento) le diéramos una bicicleta de $2,000 a cada uno de los 367,000 pasajeros potenciales diarios de la línea 12 del metro, la alternativa costaría unos 734 millones de pesos. Pero costará 19,000 millones de pesos su construcción. Es decir, podría dar bicicletas a 9 millones y medio de personas. Podríamos equipar a todos y cada uno de los capitalinos con un medio de transporte ecológico, no contaminante y muy eficiente, y sobraría dinero. Es decir, gastaremos casi 26 veces más por pasajero transportado, pero no los haremos 26 veces más rápido en su traslado, o 26 veces más eficiente, o 26 veces más felices. Si, los transportaremos y facilitaremos su vida, pero no en proporción de 26 a uno. Eso es progreso improductivo. Más caro, menos eficiente… aunque más lucidor y visible como «gran obra», aunque no sea la solución óptima. Deberíamos primero dar a todos una bicicleta, y luego un pequeño taxi eléctrico, y luego un camión… y al final, si fuera necesario, un Metro de mil millones de pesos por kilómetro.
Y si, es cierto: no en toda la ciudad se puede andar en bicicleta, Tláhuac es una zona montañosa en la que sería sumamente fatigoso desplazarse en bicicleta, existen zonas de la ciudad que tienen hasta tres líneas en menos de tres kilómetros de diámetro y crearía una desventaja injusta, hay que hacer más infraestructura para poder impulsar la idea de las bicicletas masivas… etcétera. Pero es una opción que ni siquiera consideramos ya.
Ascética y éxito
En su más reciente colaboración para la revista Letras Libres, comenta que estamos haciendo de la meta del éxito, una especie de nueva religión. Y cito:
… avanza una curiosa difusión de los ideales monásticos en el mundo del éxito. Los monjes no se casan, viven en una celda, ayunan, disciplinan su cuerpo, examinan su conciencia, leen libros de superación espiritual, obedecen. Se dedican a ser cada vez más perfectos por el ora et labora: la meditación y el trabajo.
Este camino de perfección para unos cuantos va ganando adeptos fuera de los conventos. La meditación está de moda. Fumar es mal visto. Engordar también. Las dietas rigurosas no son exactamente ayuno, pero ¿cuál es la diferencia? El mundo ejecutivo exige dedicación y obediencia para el ascenso a las cumbres: el nuevo Monte Carmelo. (…) En vez de cilicios, hay caminadoras, bicicletas fijas o acceso a clubes atléticos donde los aspirantes a la perfección se torturan voluntariamente para ser mejores y sentirse mejor.
Para muchos triunfadores, el éxito merece renunciar a todo lo demás.»
Como ven, es un enfoque diferente sobre algo tan común. Les invito a leer el texto íntegro de «Ascética y Éxito» en la edición de mayo de la revista Letras Libres. Verán por qué Zaid es un ensayista extraordinariamente claro y fuera de lo común.
Hola.. No vivo en la ciudad de México pero es muy interesante conocer el teje y maneje de la ciudad.. Creo que generalmente a nuestros gobernantes les gusta realizar obras que se noten y muchas veces hay cosas u obras más importantes por realizar o tal vez invertir en trabajos temporales,, no se.. a veces es tan complejo..pero como siempre muy acertado análisis.
Y sobre el texto de Gabriel Zaid realmente es muy bueno… hoy en día somos adictos a tantas cosas y nos dejamos llevar por patrones de moda…en fin …. Felicidades =))
¿A nuestros gobernantes? Creo que la piramide de Keops, la Gran Muralla China, el Viaje a la Luna y por supuesto la "muy noble y muy leal Ciudad de México" (colocada en el mismo lugar por casi 700 años) son ejemplos de grandes proyectos pagados con impuestos y trabajo de sus habitantes… que cumplieron una función relativamente menor a la que se esperaba, pero que ha trascendido en el tiempo (acaso no sirviendo para lo mismo que se pretendía). Gracias por visitarnos nuevamente. Un abrazo.
Gonzalo, muy bueno lo que escribes. Deberías abundar más en estos datos sobre la ciudad.
Y lo que escribe el Gabriel Zaid igualmente bueno, pues ahora somos adictos al trabajo.
Muchas gracias no sólo por leer, sino por comentar. Por supuesto, estos son unos estimados gruesos… (tal vez comprando por volumen 367,000 bicicletas podrías obtener descuento; hacer 9.5 millones hasta obliga a poner fábricas aquí y si puede afectar el coste mundial) Y si, Zaid es en mi opinión uno de los mejores ensayistas que tenemos en México estos días. Saludos.