Encontrarme con lectores y con colegas autores es una de las cosas que más disfruto. Y más cuándo ves el impacto que puedes llegar a tener en sus obras.
A veces, cuándo oramos pidiendo algo se nos olvida pedir con precisión, lo que hace que perdamos de vista lo solicitado u obtengamos otra cosa en su lugar.
Warren Adler es un ejemplo a seguir como escritor: durante años se paró a las 4 am para escribir antes de irse al trabajo. Después… alcanzó mucho éxito.