Hablar del siglo de oro español obliga a considerar el trabajo de Pedro Calderón de la Barca. En realidad su nombre completo era Pedro Calderón de la Barca y Barreda González de Henao Ruiz de Blasco y Riaño. Nació en Madrid el viernes 17 de enero de 1600 y murió el 25 de mayo de 1681, lo que lo hace contemporáneo de Cervantes y Shakespeare (si bien él era niño cuándo murieron ambos, en 1616) y también de Sor Juana Inés de la Cruz, aunque ella nació cuándo él era casi cincuentenario.
Por los años en que vivió, el llamado «Siglo de Oro» del Español, su estilo es el barroco. Escribió ante todo, teatro; su producción dramática consta de ciento diez comedias y ochenta autos sacramentales, loas, entremeses y otras obras menores, como algunos poemas.
De ellas, la más conocida hasta nuestros días es «la vida es sueño». De ella se ha dicho: «Esta obra, paradigma del género de comedias filosóficas, recoge y dramatiza las cuestiones más trascendentales de su época: la libertad o el poder de la voluntad frente al destino, el escepticismo ante las apariencias sensibles, la precariedad de la existencia, considerada como un simple sueño y, en fin, la consoladora idea de que, incluso en sueños, se puede todavía hacer el bien».
El Monólogo de Segismundo
Este es el soliloquio más famoso del drama en Español. Una gran reflexión sobre lo vana que es la vida y lo mentirosa que puede ser. Sin duda, el final es una de las frases famosas más conocidas en nuestro idioma, equivalente al «to be or not to be» de William Shakespeare.
Aquí, para su deleite, el Monólogo de Segismundo, quien al final del acto primero de «la vida es sueño» está considerando su vida y su suerte hasta ese momento:
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.¿Qué es la vida? Un frenesí.
La vida es sueño, primer acto (final), Pedro Calderón de la Barca.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Calderón de la Barca en frases.
Van, pues, cinco frases de Calderón de la Barca que siguen siendo vigentes. Recuerden que en la sección de frases famosas pueden ver ejercicios sobre otros autores, y que pueden suscribirse AQUI para recibirlas en su correo electrónico diariamente ANTES de que se publiquen en el blog. ¡Los espero!
Y sí: el conocimiento y el saber son parte esencial del ser humano. Por eso las censuras, la negación del diálogo y los «otros datos» hacen tanto daño: nos deshumanizan y nos dañan a nosotros mismos.
Pues si vamos a vivir una vida de mentiras y falsedades… al menos juguemos nuestro rol de manera adecuada. Convencidos de él y haciendo lo que nos toca hacer.
Esta frase nos recuerda al célebre «pienso, luego existo» de René Descartes. ¿A poco no? Y ustedes ¿Han pensado sobre ello?
De su obra más famosa, la frase más famosa, del Monólogo de Segismundo (que hemos citado antes arriba). Es probablemente el equivalente al «Be or not to be» de Shakespeare… aunque un poco más largo.
Así que ya saben: el silencio puede ser la mayor prueba de amor. O por lo menos, el mayor testimonio de que un amor es verdad: no hablar de él, para preservarlo de las envidias del mundo.
Imágen de hoy: Pedro Calderón de la Barca por M. Martin Vicente y postales por @Gjsuap.