Recuerdo alguna vez que un jefe había dicho que no había manera de que lo que le ordenado que tenía que hacer, se hiciera. Tenía serias dudas técnicas, metodológicas y personales sobre la tarea. Pero si decía que no lo haría, su trabajo estaba en riesgo. «Pero tengo la solución perfecta: crearé tres comités que se encarguen de analizarlo desde distintos aspectos, y luego un comité con representación de esos tres para lograr una propuesta».
Lo dicho: no desobedeció la orden, pero no se pudo lograr. La responsabilidad de la negativa no era suya: era que si lograr consensos no es fácil -como les conté en la entrada anterior-, construirlos dentro de un comité es aún más complicado. Y hacer que distintos comités lleguen a un acuerdo… puede acabar con el más paciente.
Y algo parecido sucedió durante la fase final del libro Fantasías Textuales Lectolagnia que desarrollamos en la NaNoTribu MX; proceso creativo del que les he ido contando las últimas semanas.
Debate y debatidillo.
Pues… Que la idea de la portada -que les enseñé en una entrada anterior– no gustaba. En parte, porque era «demasiado fría» y se alejaba del género. Pero muchos empezaron con el debate: «Queremos ser diferentes y renovar el género». «Es que si no es lo que la gente espera, no nos van a leer». «Ya bastante es publicar con un nombre de pluma nuevo, como para intentar algo totalmente nuevo». «La vamos a regar».
Y empezaron a subirse distintos bocetos: bajando imágenes de aquí y de allá, con distintas plataformas, buscando en Pinterest, Instagram o incluso Google; con frases y lemas, subtítulos, tipografías, colores… Fácil habrán llegado más de 50 propuestas diferentes de imágenes y otras tantas de portadas.
El debate, masivo, acabó siendo un batidillo. Un debatidillo. Así que la solución fue crear unos comités que verían dos aspectos: diseño de portada, y diseño editorial, incluyendo el logo de la Tribu. Pero bajo tres reglas que, si bien no dejaron felices a todos, convencieron a la mayoría:
- Debía salir una pareja, y ser indefinida -que no se entendiera si era heterosexual, homosexual o alguna otra variante-.
- Que no debía usar material similar o idéntico a las otras portadas del género, ejemplo: lencería o tipos musculosos.
- Que, en la medida de lo posible, recuperara texto como elemento clave.
Y que el diseño fuera lo más minimalista posible: Una fuente, dos colores. Sin lemas y sin el logo en la portada. Al grano, pues.
Comités trabajando.
En el que me tocó coordinar, estaban dos de las más talentosas jóvenes que participaron en la antología. Vianey Medina y Sophia Cossio. Ellas se dieron a la tarea de hacer una variación de la portada que fuera aceptable para la mayoría. Un fragmento es la imagen que ilustra la entrada de hoy, y que pondré aquí a mayor tamaño, para que la puedan apreciar:
¿Qué ven? Si me dicen que una pareja abrazándose, donde vemos la espalda de uno y la mano y parte de la cara de otro, es correcto. Pero también si ven pintura escurriendo, es correcto. Y si alcanzan a leer las palabras de uno de los cuentos -y que se veía en la primera versión de la portada- ¡También están en lo correcto! Y, si leen con detalle, encontrarán uno de los párrafos más intensos de uno de los mejores cuentos en la antología. ¡Eso es una portada llena de simbolismo!
¿Y lo mejor? Nos gustó a la gran mayoría. Añadan que se escogieron letras de diseño sobrio, con patines, en blanco y rosa. En el otro comité se eligió el diseño y logo de la NaNoTribu Mx y dónde se pondría. En el libro impreso se ve en el lomo, en la contraportada y de manera prominente en la última página.
El buen resultado.
Al final, creo que el equipo logró tener un buen diseño de la portada, del libro; la música que lo acompaña está genial y hay relatos que… bueno, si logran provocarte Lectolagnia. Si, es un libro sobre diferentes expresiones de la sexualidad. Y… es bueno. Bastante bueno.
Sobre todo, porque lo hizo un grupo de amigos, que se apasionan por escribir, que les gusta lo que hacen y que su finalidad es lograr un trabajo lo mejor hecho que se pueda. Y eso puedo decir que si se logró en este libro.
Pero… Aún hay una cosa más que les contaré en la siguiente entrada. Y que, por supuesto, tiene que ver con el mes de noviembre y el NaNoWriMo. Eso, insisto, se los platicaré en una entrada futura. Los espero… (y, mientras tanto, consigan su ejemplar de Fantasias Textuales Lectolagnia).
Imagen de hoy: Fragmento de la portada del libro Fantasías Textuales Lectolagnia. Diseño de Sophía Cossio y Vianey Medina. (Disclaimer: las ligas a Amazon no son de afiliado, pues no gano nada si decides comprar el libro. Pero… es de un producto en que participo. Enterados).
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