En tus manos
A ratos pasa que el Universo se confabula para hacerte caso y ayudarte a cumplir tus metas, una vez que las expresas con claridad y actúas con determinación. En una entrada anterior les comenté mi intención de cumplir metas antes de que concluya este mes. Y tras apretar el botón de «publicar», me di cuenta de que en la agenda tenía un compromiso importante este fin de semana que me absorbería el tiempo que podía destinar al proyecto toda esta semana. Total, que sentía que ha me había empezado a sabotear involuntariamente.
Pues nada, que hoy me avisaron de la posposición de tal tarea, lo que automáticamente me liberó unas 10 horas de golpe. Es tiempo que usaré para lograr esos objetivos que comentamos.
También me dio gusto ver que varios de Ustedes me empezaron a hacer llegar mensajes de solidaridad, apoyo y compromiso con el proyecto -si bien no comentaron aquí mismo, muchos lo hicieron vía Twitter en @gjsuap-. Pero todo eso es bien recibido, y así como ya les agradecí en privado, también lo hago en público: mil gracias.
Por si fuera poco, @NatColmenares me comentó de más avances en el proceso de impresión del libro: no sé la fecha exacta aún, pero ya se ve más cerca cada vez. Y eso también abona al ánimo positivo.
Por último, pero no al final, está el hecho de que por poco esta entrada no se publica: supuestamente, mi servidor se cayó y se calló cuando le pregunté por el formulario para una entrada nueva. Y sin embargo, aquí la tienen.
Lo dicho: pueden ver su futuro en la palma de la mano. No a través de la quiromancia, sino de las huellas que el sudor deja en ella una vez que trabajan con dedicación en una meta definida y concreta. Son esas confabulaciones entre el destino y la voluntad, que realmente cambian vidas…
Imagen de hoy por Βethan via Compfight
