Me han empezado a llegar sus comentarios o retroalimentación sobre el libro «Domina tu tiempo en 10 minutos al día» que promocioné mucho al arranque de la semana. Eso me da mucho gusto, aunque hasta ahora sean en forma de correos o mensajes en redes sociales y aún no como reseñas o calificaciones en Amazon.
Son dos grandes temas los que abordan la mayoría de las preguntas, constancia y hábito.
Constancia.
Unos señalan que, si bien la hipótesis de aprovechar el día en bloques de 10 minutos suena tentadora, los resultados que se logran deben ser muy magros. En parte tienen razón, pero dejan de lado un hecho: el punto no es hacer las cosas por diez minutos. El punto es hacer las cosas por diez minutos todos los días. No es sólo el pequeño bloque de tiempo, es la repetición del acto.
Es decir, si andas en bicicleta diez minutos recorres, a lo más, unos seis kilómetros. En el entorno urbano, poco menos de dos -por los semáforos y el tráfico-. Pero si haces ese recorrido todos los días, en un año son mínimo unos 730 kilómetros en el monto pequeño, y 2,190 kilómetros si cuentas los seis kilómetros completos. Eso es equivalente a ir de México a Villahermosa -en bicicleta- en el caso pequeño y la ruta México a Mexicali en el segundo. Nada mal.
¿Cómo te comes todo un elefante? Bocado a bocado. Si te enfocas en la tarea de comerte el elefante, es tan grande y monumental que no podrías hacerlo. Te abrumaría sólo pensarlo. Pero si piensas en un bocado nada más, y luego en el siguiente… (y te da tiempo de congelarlo y sacar solo la porción del día)… si se puede. Y antes de que digas que es absurdo, una comparación similar es que un mexicano promedio se come el equivalente a una vaca entera él solito… en tres años.
Ese es el fundamento del método: es diez minutos, pero todos los días. Es hacer la tarea sin fallar. Es hacer primero lo más importante -o lo que más te desagrade, según tu enfoque- y no dejarlo de hacer. Por ejemplo, aunque el blog Dichos y Bichos tiene apenas unas cuantas decenas de visitas al día, a lo largo de los años ha acumulado poco más de 62,000 visitantes. Nada mal para un pequeño blog que no se anuncia y que tiene publicidad sólo de boca en boca o a través de recomendaciones en redes sociales.
Por eso esta visión de «poco trabajo, pero constante» está presente también en «Escribe hoy. Guía práctica para el autor con prisa«. Una vez que has establecido tu estructura y tus preguntas clave, lo que sigue es contestar cada una de las preguntas en no más de cinco minutos a la vez. Es poco. Muy poco tiempo. Pero cuándo lo sumas, es acabar un capítulo en menos de dos horas y un libro entero en un mes. Y todo ello escribiendo apenas en bloques de cinco minutos, no más de dos horas en un día (como mínimo). La constancia funciona y funciona muy bien.
Hábito
El segundo punto clave que me señalan es que eso de hacer las cosas todos los días es… cansado y abrumante. Te agobia. «¿Cuál es el caso? ¿No te vuelves robot?». NO, no es así… nuevamente, si lo sabes abordar.
En una muy exitosa entrada anterior (creando TUS nuevos hábitos) señalábamos que se requiere repetir una acción 21 días para que se vuelva hábito. E incluso ofrecimos una pequeña guía para que, en 42 días, puedan generar nuevos hábitos con el hecho de que, cada día que lo hagan, lo tachen. El chiste es que no puede interrumpirse o vuelven al cuadro cero en una hoja nueva. En la entrada referida pueden ver cuál es el sentido de las claves de colores. Sólo hay una salvedad: si quieren, por ejemplo, quitarse el hábito de leer Twitter en el trabajo, el sábado y domingo que no trabajan no cuentan como interrupción. Pero si lo que quieren es caminar mínimo 5,000 pasos al día y el domingo no se quitan ni la pijama y no salen de la cama… se considera rota la cadena y hay que empezar de nuevo.
Desde que leí el e-book de Michal Stawicki «Domina tu tiempo en 10 minutos al día» empecé a usar una herramienta electrónica para hacer mi seguimiento. Se trata de Coach.me, que tiene la ventaja que corre lo mismo en el celular que en un sitio web, por lo que puedo hacer mi seguimiento sin problema. Gracias a ella llevo una cadena de 439 días (77 de ellos ininterrumpidos) escribiendo y publicando, y otra de 221 días, esa sí consecutivos, meditando al menos 20 minutos al día. Nada mal… Y más porque, como estoy consciente de ello, no dejo de hacerlo. Me mueve no sólo el hábito, sino el logro de ver una cadena ininterrumpida haciendo lo importante. Y confieso: mi tarea 13 en Coach.me es «completar todas las 12 tareas», pero hay algunas que me esquivan: digamos, vender un ejemplar de Clara Sandra solía soñar al día no siempre es posible, y no por causa mía. No dejo de ofrecerlo diariamente a por lo menos dos personas, pero si no hay venta, no cuenta. Y no importa si un día vendo 10 ejemplares: cuenta como uno. Así que, con algo de pena, debo decir que en casi seis meses con esa tarea incluida en la lista, apenas he logrado completarla toda en 20 ocasiones. Tengo que esmerarme más. Por lo pronto, les recomiendo usar esta herramienta o alguna similar: el seguimiento de los hábitos los hace más efectivos y les resta esa sensación de agobio: cuándo puedes voltear hacia atrás y ver lo mucho que has logrado, te sientes más animado para continuar.
Bueno, mientras se deciden o no a probar Coach.me, acá pueden abrir una ventana nueva o bien descargar el calendario de 42 días creando TUS nuevos hábitos. Ya saben: cada día que hagan algo, lo tachan. Cuándo llenen la hoja ¡felicidades, habrán adquirido un nuevo hábito! Si fallan un día, con la pena: tiran esa hoja y empiezan otra desde el día 1. Ese es el chiste. No importa que ya vayan en el día 40. No rompas la cadena o la sanción es empezar desde el inicio. (Ojo: la descarga es similar a la imagen de arriba, pero en mayor resolución).
Imágenes de hoy Migara.Migz via Compfight y por @gjsuap desde Dichos y Bichos.