Muchos ya están contando los días que faltan para la Navidad. De hecho, a pesar de que estamos en octubre y formalmente nos faltan Halloween, día de muertos Halloween, Thanksgiving, el Buen Fin y las Posadas… empezamos a ver decoraciones navideñas en las tiendas, lo cual me parece un exceso.
Para otros, la cuenta regresiva es por los 75 días que faltan para el estreno de Star Wars VII «El despertar de la Fuerza» que tiene a más de uno ya mordiéndose las uñas (y allí si me incluyo… aunque no demasiado).
Pero para otros lo importante no es el futuro, sino el pasado: cuentan los días que han pasado desde que se casaron o desde que hicieron un proyecto importante. O recuerdan aquellos días de la infancia como los más felices de sus vidas. Es decir, viven hacia atrás la vida.
La verdad es que tanto el futuro como el pasado son importantes, pero no tanto como el presente. Estar en el aquí y ahora puede acabar con muchas de las angustias. Concéntrate en lo que tienes ahora y no en lo que esperas tener, en lo que estás esperando y que además es de incierto cumplimiento.
Te ayuda a ser más feliz recordar el pasado, puede estimularte; pero vivir en el pasado te despoja del presente.
Sé que esto suena como algo muy conocido y repetido; pero me parece importante recordarlo. Porque ayer, mientras estaba en un momento estresante sobre lo que viene, me encontré una cita que dice que «cuándo estás en el presente, todo se arregla, todo fluye, todo está bien. Es cuando te vas al futuro o al pasado cuando empiezan los desequilibrios, las angustias y los errores». Considerando esa visión me centré en el presente y el el nervio pasó.
Tengo confianza. Sé que lo que haga en este momento vale tanto o más para lograr las cosas que lo que haya pasado o lo que está por venir. La verdad es que, aunque el consejo sea ampliamente conocido, es un buen momento para repetirlo. Debo recordar esto constantemente en estos días: estar en el presente, en el aquí y el ahora, es una de las causas del éxito y la felicidad.