Hay dos momentos en que la creatividad se pone en alerta y toma el control de mi vida: uno, sin duda, cuándo hay una idea nueva esperando encontrar el momento para surgir. Otra, cuándo la idea ya fue expuesta y hay que ir encontrando los detalles faltantes.
Ahorita est0y en uno de esos extraños momentos en que ambas cosas están sucediendo. Con el cierre de una novela, surgió la idea de hacer otra. Y tal vez el primer punto para darle forma es diseñar una portada adecuada para la idea.
Las portadas deben tener un buen resumen o una idea de qué va el libro; anticipar un poco de lo que se verá y tampoco contarlo todo en una imagen. A veces, deben contener elementos simbólicos que sean obvios a simple vista, legibles para todos. Pero que adquieran más sentido cuándo acabes de leer la obra. Por ejemplo:
¿Alcanzan a ver la gota de sangre? Cae de la «h» y se acumula en el marco inferior. Y muchos identifican que es la silueta del monumento a Cuauhtémoc y el escudo que aparece al frente en el mismo monumento. Lo que no sabrán hasta leer la novela es de dónde viene esa sangre (párrafo 1 de la página 1 del capítulo 1), qué representa ese escudo o que el monumento lo hizo Porfirio Díaz… quien también es un personaje en la novela.
Y cuándo vuelven a ver la portada, les dice mucho más de lo que han leído. Es el chiste de una portada llena de símbolos como las que me gustan en mis textos (Para saber esos secretos y más, les aconsejo ir a una Visita Literaria).
Creatividad en portada: ejemplos
Por ejemplo, en la saga de «Clara Sandra solía soñar», antes de escribir el libro tenía una portada que me decía de qué iba a tratar… Y a veces, en particular con las dos últimas, tenía la portada pegada en la pared frente a mi escritorio para verlas mientras escribía. Algunos párrafos de las novelas explican la portada… o hacen referencia a ellas.
– «Hay mucho qué hacer, y deberé enseñarles cómo empezar a hacerlo. Tienen que aventarse al agua, como los niños: con decisión y sin miedo».
(Escucha la Pista 14 del disco «LIMINAL», la pieza “Posibilidades”. Se refiere a este mismo párrafo http://bit.ly/Liminal_CD14 )
– “Dudo que sea así, pero como sea: Es brillante. Pero es mujer. Y no podemos permitir que nuestra institución corra riesgos al aceptar una mujer en sus recintos. Si ha logrado provocar hasta descalabrados entre nuestros docentes de más alto nivel, ¡Qué no hará con los estudiantes! Debe rechazarse totalmente la propuesta. Juana de Asbaje no podrá ser alumna regular de nuestra Real y Pontificia Universidad. Los que estén a favor, manifiéstenlo. Gracias. Los que estén en contra, pueden presentar su renuncia. Ninguno. Está bien. Hemos llegado a un acuerdo. Es menester para evitar cualquier represalia que seamos unidos y consistentes con ello”.
-“Veo a mi padre muy mal. Temo por su vida. Por eso me gustaría pedirles su apoyo. No directamente a ustedes, sino a sus padres. Ya saben, ellos fueron grandes amigos desde la juventud y se siguen frecuentando. Hasta nos heredaron su amistad. Pero si ellos no lo ayudan, no sé qué pueda pasarle. Y francamente, estoy preocupado”.
Creatividad, un momento especial…
Así que puedo decirles que… ya tengo la portada -en borrador- de la siguiente novela. Y me apasiona. Al grado de que en esta ocasión hice una pequeña versión para ponerla de pantalla del celular. Puedo verla todo el tiempo de manera «involuntaria» cada vez que saco el celular -que funge como reloj-. Eso me trae a la mente el siguiente brote de creatividad.
No, no puedo decirles aún de que se trata. Pero si se suscriben al Boletín Semanal Dichos y Bichos, les garantizo que serán de los primeros en poder leer el avance en cuánto esté lista… y los primeros en poder ver la portada.
Las personas con quienes he comentado el proyecto dicen que está magnífico, que será muy interesante y que les gustaría apoyarla de muchas formas. Ya les diré como se podrá hacer eso. Por lo pronto… ¡Vámonos a escribir!
Imagen de hoy: Russ Seidel via Compfight