En estos tiempos de pandemia, muchos estamos más preocupados por la crisis económica que por la crisis de salud: hay que estar atentos, pero no angustiarse. En efecto, la situación no está fácil y lo que se viene no es sencillo. Y menos con los pocos – o nulos- apoyos que el gobierno está dispuesto a dar directamente a las micro, pequeñas y medianas empresas.
Les había comentado en mi primer texto sobre el coronavirus en México, que me quedaba claro que uno de los motivos del gobierno para no declarar (o reconocer) la gravedad de la pandemia, era precisamente el miedo al caos social que podría seguir con un cierre estricto y duro para la economía.
Al final, se tuvo que hacer pero no tan grave. Al menos, no se ha hecho así de dramático, como en otros países -e incluso, en otros estados-: con multas, arraigos domiciliarios y arrestos.
Y aún así, en el estado de Jalisco ya tenemos los primeros suicidios de empresarios que no han podido mantener a flote sus negocios, no quieren fallar con sus proveedores o con sus empleados, pero no tienen cómo cubrir los gastos, dado que no hay ventas por los cierres.
Crisis económica: no para todos
Es cierto: la crisis económica ha llegado y está presente en nuestro país. Se reportó en marzo una caída del 6% y para abril se espera en torno al 12%. Y si bien se espera que al cierre del año promedie en apenas un 9% abajo del año previo, cierto es que este trimestre sea lo peor desde la crisis de 1929 y su secuela de 1932.
Pero algo es cierto: la crisis no será igual para todos. Como dice el Chapulín Colorado, célebre personaje de Chespirito, «que no panda el cúnico» (en vez de «que no cunda el pánico»): sucede que algunos sectores han crecido en este período. Por ejemplo, Bimbo reporta un aumento de 7% sus ventas en lo que va del mes. Y la industria de vinos y licores reporta una subida de hasta 18% en sus ventas.
Esto debido a que las personas cambiamos la forma en que hacemos nuestros gastos. Prescindimos de artículos de lujo y diversiones (como los viajes o la ida al cine), pero aumentamos los de comida y los de bebida… porque, a fin de cuentas, para muchos encerrarse en casa es tan desagradable que amerita una buena peda.
Claro que hay industrias devastadas: la aviación ha caído hasta en un 90%; La turística en un 80%. El aeropuerto de Can-Cún tuvo el 18 de abril que cerrar tres de sus cuatro terminales, pues hoy recibe el 20% de los vuelos que tenía en diciembre.
Pero hay otras industria que van a ir creciendo: por ejemplo los servicios digitales, la venta por internet, y por supuesto, las escuelas y entretenimiento en línea. Eventbrite, la compañía con la que organizo algunos eventos, reportó un crecimiento de 9,000% en la venta de boletos para seminarios, talleres y conciertos en línea en lo que va del año.
Algunas ideas.
Algo que he observado: las empresas que se están adaptando mejor al cambio, son aquellas a las que les irá mejor. Por ejemplo, SEARS ya está aceptando pagos exprés de sus tarjetas en línea, cosa que no era fácil de hacer. Antes te pedía llamar a un centro telefónico, pedir una clave especial, y ya con esa ir a la ventanilla del banco. Hoy te permite obtener el saldo y pagar en línea de manera inmediata. Gracias a que entré a hacer el pago, pude ver un par de cosas y comprar en línea… algo que jamás había hecho con ellos en más de 20 años de tener una cuenta.
El peluquero, la papelería y el expendio de tintas tienen que estar cerrados. Es la norma. Y tampoco van a recibir apoyos del gobierno, porque no tienen tres empleados o porque tienen sus locales en la CDMX pero viven en el Estado de México. Así que… han encontrado que pueden servir a sus clientes tomando pedidos por teléfono y llevándolos a casa: no abren el local -por lo que no los puede sancionar la autoridad-, pero siguen atendiendo a su clientela fiel. Están allí, aunque estén cerrados. Pierden a los compradores ocasionales, los de oportunidad; pero tienen al 60% de su clientela atendida. Se adaptaron. Por eso sobreviven.
Hay otras soluciones de más bajo nivel pero que también funcionan. Por ejemplo, los Helados Chalco: el camión con música que vendía paletas solía pasar por la colonia; hacía años que no lo escuchaba. Porque pasa en días y horas en que estoy en la oficina. Ahora que estoy haciendo Home Office lo escuché hace un mes. Hace tres semanas pude salir a comprar a tiempo. ¿Pues qué creen? Ahora tiene la modalidad de que, vía WhatsApp, levanta tu pedido antes incluso de salir de su tienda. Por lo cual trae casi todo ya previamente pedido, es decir, no pasea producto. Aunque sí lleva algo por si sale alguna venta imprevista, pero la mayor parte de su recorrido ya está colocada la venta. Y todo porque decidió tomar el número celular de los clientes de su ruta.
Escribe hoy en línea.
Me he encontrado también que los talleres en línea de Escribe Hoy están funcionando bien. Es decir, hay personas que se interesan más en poder hacer el curso de Escribe Hoy, si lo pueden hacer desde su casa sin tener que trasladarse ni pagar tanto. Es mucho más barato para mí hacerlo así que contratar el local y pagarles un buen desayuno.
El resultado es que más personas pueden escribir su libro, y aunque dé lo básico del taller gratuitamente, algunos me piden asesoría y compran más servicios. Por cierto, tendré uno este sábado 2 de mayo. Si quieren inscribirse, hagan su registro AQUI.
Claro que ahorita estoy aprendiendo a adaptar mis procesos para dar el taller en línea, poder hacer los ejercicios y el seguimiento. Más adelante, podrán tomar el taller virtual, contar con una asesoría personal y tener todos los beneficios a menor costo. Y, aún así, podría ganar más.
Adaptarse contra la crisis económica
Es decir, la crisis económica va a ocurrir y no podemos escaparnos de ella. Qué tan profunda y larga dependerá del ingenio y la adaptación; de qué tan dispuestos estamos al cambio y qué otras medidas estamos haciendo para paliarla.
Es cierto, para algunos sectores e industrias será devastadora y no hay manera de suavizarla. Para otros, en la medida que nos adaptamos al cambio, podremos salir hasta más fortalecidos o, como leí por allí: «Bienvenidos a la nueva economía de cucarachas, hay que moverse rápido, esconderse de la luz brillante, evitar los golpes y los venenos, y saber cuándo y cómo moverse para lograr lo que queremos».
Estas son algunas ideas que les propongo para que esta crisis no les pegue tan duro. Y, por supuesto, escribir su libro es algo que pueden hacer en estos días. No dejen de tomar el taller gratuito de Escribe Hoy. Registrate AQUI. Cupo limitado, sábado 2 de mayo de 10:30 a 12:30.