Como a todos, esta etapa de cuarentena por la pandemia del coronavirus nos ha tenido encerrados en casa ya por casi tres semanas. Desde el lunes 23 de marzo, las salidas han sido de lo más breve: médicos y supermercados (propios y de la familia cercana). Buena parte del trabajo se está haciendo en línea, con videoconferencias, correos y envíos de documentos. De hecho, es casi como de costumbre… salvo por las juntas.
Esto, por supuesto, ha hecho que cambiemos mucho de hábitos. Los diez mil pasos diarios y la hora de bicicleta se han quedado reservadas para mejor momento. Pero, paradójicamente, la baja de peso continúa: dice el doctor que se debe al menor estrés y el mayor tiempo de sueño.
Porque eso sí: los horarios de sueño han cambiado. Me he encontrado -en particular la última semana- durmiéndome entre 3 y 5 de la mañana. Y tomando una siesta de entre 30 y 50 minutos a media tarde. Al menos, se puede decir que he descansado más. Y buena parte de esas desveladas han sido en Twitter, con largo hilos que han resultado hasta en textos para el blog (como en este caso) y muy bien recibidos por los desvelados.
Cuarentena y hábitos distintos.
Tal vez uno de los hábitos que más trabajo me ha costado es poder escribir. Sí, lo sigo haciendo a diario. Eso no puede faltar. Pero resulta que son textos breves, sin mucho eco. Cosas que no me atrevería a publicar -y a ratos, ni a releer-.
Como pueden ver, también he dejado de escribir en el blog. Las entradas previas son resúmenes de los hilos de Twitter. Porque me he encontrado mucho más tiempo en esa red social. A mi perfil de @Gjsuap le llegaron poco más de mil nuevo seguidores en el último mes, y vaya que he estado activo.
Pero los libros no. Las entradas del blog tampoco. Las frases famosas menos. He pasado tiempo en línea con los hijos -están con sus abuelas maternas, porque en circunstancias como éstas las mamás son mejor compañía-. Eso sí, he visto avanzar proyectos de clientes y amigos, como el lanzamiento en papel y en digital de «Los pájaros que colgaron el alambre«, de mi gemelo José Luis Santisbón. Se los recomiendo.
Y bueno… creo que a partir de hoy tendré que recuperar el hábito de publicar a diario por acá. Eso debe ayudarme a avanzar también a ser más creativo en los demás proyectos. También para acercarnos. Porque, a final de cuentas, muchos tienen menos tiempo en las oficinas… pero más tiempo en línea. Y eso puede acercarnos mucho más, en especial ahora que debemos estar separados.
Imagen de hoy: Ganaremos por enriquelopezgarre (Pixabay)