El problema no es tener ideas: es ejecutarlas. Y más adecuadamente. Hoy que veo que arranca el sexto mes del año, me entró esa mezcla de angustia e impulso tan peculiar. De entrada, en una semana tendremos las elecciones y muchas dudas sobre el futuro quedarán resueltas. Del otro lado, queda un mes para cumplir algunos plazos.
Yo entiendo que muchas veces los planes que hacemos no ocurren exactamente como lo hacemos. Por ejemplo, el 1 de mayo debería estar a la venta «Clara Sandra solía soñar» en papel y en Amazon, y también «Escribe hoy». Pues bien, con el lío que les comenté de que Amazon decía que yo no era el autor y que requería una carta de autorización del autor -que es en realidad un seudónimo- y que incluso amenazaron con cancelar mi cuenta por plagio y violación al derecho de autor tardó «un poco más» en estar listo el primer proyecto y se detuvo el segundo por cosa de días.
A pesar de todo ello, y porque vencer las resistencias y los obstáculos es la verdadera prueba de aguante, ya pueden comprar la novela en formato digital en Amazon y a partir de esta semana también en formato impreso en CreateSpace. (Por supuesto que si están en México les conviene más la versión nacional, con envío ordinario por $49 a cualquier parte del país) Y no solo eso: que tras probar todas las premisas -que se hizo con el NaNoWriMo y fue ganador de ese ejercicio, que compitió por el premio Alfaguara de Novela y, más importante, que yo soy yo- decidieron incluirlo en alguna de sus campañas promocionales de Amazon durante el mes que hoy inicia. Veremos si tiene buena respuesta.
Pero lo que sigue… lo que sigue es estar dale y dale: publicar con más frecuencia en este blog, en Asíntotas y en Un conejo más; poner al aire el proyecto de Escribe Hoy; terminar a tiempo El Tesoro de Cuauhtémoc y… lo demás. Estar dale que dale, que cada vez estoy más cerca de ser un éxito literario «de la noche a la mañana»: sólo me ha tomado 30 años lograrlo. Y lo que falta…
Porque lo más importante es cumplir la vocación. Y la vocación de comunicar escrbiendo no nos ha dejado ni tanto. Y como quien no quiere la cosa, el reloj corre como si se acelerara. Y hay tanto que hacer que parece que no alcanzará el tiempo… pero si. Lo lograremos si seguimos dale que dale… y si nos acompañan a hacerlo.
Imagen de hoy Mylla Ghdv via Compfight