¡Cóooooorrrreeeeee….!
No sé si la astrología funcione. A ratos dudo de que sea precisa, pero hay momentos en que «demasiadas» coincidencias señalan que algo raro está pasando. Pues me enteré de tres bodas de tres amigos… pero que paradójicamente no hubo invitación y que son atípicas.
De un lado uno de mis viejos amigos, de los años preuniversitarios, que se va a «lazar» por primera vez -a los casi 43 años-. La última vez que hablé con él del tema -empezaba su relación con quien será su esposa- me comentó que «es sólo un pasatiempo, ella no quiere nada en serio». Pues ahora el pasatiempo se volverá su profesión, puesto que ya están en esos planes muy en serio para antes de acabar el año.
El segundo caso fue el de una amiga que se casó el pasado mes de abril. Tampoco invitó porque tenía interés de tener una boda tipo inca, voló con su familia cercana a Perú y se casó por allá. Pero tampoco lo anunció antes: recién este octubre comentó la noticia porque «no quería decir que me casaba y terminar divorciándome a los seis meses; ahora que llevo seis meses de casada, ya puedo decirlo«. Pues le deseo mucho éxito, y me pregunto si no escuchó hablar de la comezón del «séptimo mes» (¿o era del séptimo año?). Veremos que pasa allí.
El tercer caso es relativamente común: mi amigo se va a casar porque su novia está embarazada. Creo que a su esposa -de la que está separado y en proceso de divorcio- no le gustó mucho la noticia, porque él alegó que no quería tener hijos, y aunque lo intentaron, no funcionó. Pero ahora, por «accidente», será papá involuntario… con otra pareja. Obvio, no está precisamente como para festejar…
Lo dicho: hay cosas muy extrañas que pasan de vez en cuando. A ratos pienso que fue el Mercurio retrógrado con el planeta de los matrimonios o como sea que sean las cosas. Y hoy tocó el turno a las bodas. Y ustedes, ¿conocen de alguna otra boda extraña para este año…?
