Disponte a crecer y lo puedes hacer.

Disponte a arrancar
Disponte a arrancar

Existen esas verdades universales que son ciertas, las creas o no. Disponte a ver algo que te parezca increíble, y te sorprenderá. Por supuesto que puedes optar por no creerlo, y entonces… será no-creíble en vez de increíble.

Lo relevante, sin duda, es que actúes conforme a esa creencia. Porque no basta con que digas que algo puede suceder para que pase. Se requiere tu total certeza. Y sí, a veces, de tener fe como un grano de mostaza.

Lo he visto en el pasado. Se los he escrito varias veces. Tal vez lo he insistido ya demasiado, con la historia de Moisés y el Mar Rojo… (ya ni les digo que pueden verla en la entrada «y el mar se abrió«; ya se lo saben).

Sí, el primer paso es creer que algo es posible. El siguiente… actuar en consecuencia a ello. Si nada más te quedas en la creencia, puede ser un buen momento o un pensamiento agradable. Pero poco más que eso.

Disponte a crecer…

Ahora… Ya le pediste al Universo o a tu deidad una opción. Un favor. Un logro o una meta. Acaso una pareja, un trabajo nuevo, una oportunidad especial. Algo así. Lo pediste con fervor y deseo. Estás listo, según tú. La creencia está allí, constante, presente y real.

El siguiente paso es estar listo a crecer. A que esa creencia se vuelva realidad. Sí, tienes que estar muy atento. Cualquier cosa puede ser una señal adecuada de tu meta posterior. Y a veces brincan dónde menos lo esperas. Pero si estás atento, lo descubres.

Y sí: puede ser un póster en el cine. O un mensaje en un tuit. Tal vez una charla entre dos desconocidos. O, simplemente, que digas que quieres hacer algo y que alguien te diga que conoce a alguien que quiere – necesita – busca a alguien así. Acaso una persona que haga eso. Tal vez te encuentres un anuncio de un libro que te sirva… lo busques y te encuentres que está agotado. Y un par de días después lo encuentras, por casualidad, al ir al baño en cierto lugar.

… y lo puedes hacer.

La idea es esa: estar atento. Dispuesto. Poner de tu parte y dejar, a la vez, que el Universo haga la suya. Tal vez hablar con alguien del tema. O bien, preservarlo secreto. Cada quien tiene su forma de encontrar el destino.

Pero no olvides: disponte a crecer y lo puedes hacer. La única condición es estar atento, en el aquí y el ahora. Saber a dónde quieres llegar y conocer cuál es el siguiente paso. Para lo demás… fluye.

Imagen de hoy: Tokyo Racecourse por rabbit_akra 

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