30 de mayo. Se esperaba que la «ola verde» de Antanas Mockus inundara Colombia ganando la elección presidencial. No fue así: obtuvo 21% del voto. Pero calificó a la segunda vuelta.
Personaje especial, hijo de lituanos radicados en esa tierra, era el rector de la Universidad Nacional cuando una huelga estudiantil con algún vinculo a la guerrilla paralizó la universidad. El rector, incapaz de silenciar al auditorio lleno de revoltosos, hizo lo que mejor podía hacerse en ese caso: ir al frente, bajarse el pantalón, girar y enseñar el trasero, con baile ofensivo y demás.
Gesto fuerte y rudo a la vez, consiguió dos cosas: lograr el silencio en el auditorio; lograr el despido del «vulgar» rector. Pero un mes después «El Loco Antanas» como era ampliamente conocido, era candidato a alcalde de Bogotá a despecho de sus anteriores colegas: «Es alguien que sabe encarar problemas, aunque esté loco» decían de él las personas en la calle. Vestido de Súperciudadano, con sus súper manos recogía la basura, con sus súper manos señalaba el graffiti… Con sus súper manos, ganó esa elección.
Esta es una de las cosas que faltan por hacer.