Se acaba enero y con él el mes dedicado a reflexionar sobre lo que han sido los cambios, retos y aspectos más importantes de mi vida en estos últimos años.
Si, hay dos tipos de respuestas que me han dado a las entradas recientes: «Es que ya solo nos hablas de ti» y «ya no dices nada interesante». Y, paradójicamente, hay más lectores en estos días en que les he compartido mensajes medio crípticos y medio cotidianos.
¿Es que les interesa lo que escribo? Supongo que si. Algunos que me han visto últimamente, saben cómo andan las cosas ahora. Otros, simplemente saben que desde octubre ha sido una racha interesante pero complicada. También lo de las fiestas decembrinas, y pasar un tiempo «conmigo mismo».
Alguien notó otra cosa: en noviembre y diciembre solo existieron cuatro entradas en cada mes -a pesar de que Noviembre, al ser el mes de NaNoWriMo, suele estar lleno de textos-. Este mes vamos por 11, y con tres videos. Lo que no se veía… desde el verano pasado.
Enero se acabó…
Sí, sin duda fue un mes algo atípico. Extraño en tanto que, tras los fuertes meses de octubre a diciembre, tuve tiempo para sentarme a pensar. Y a hacer cosas. Algunas que no había hecho antes.
Por ejemplo, pasar un año nuevo solo, en la calle, en un festejo público. Ir a un café a sentarme a leer por horas enteras. Pasar en vela varias madrugadas, por el mero gusto de hacerlo. Cuidar algunos días a mis hijos, que se pillaron una varicela intensa. Ir a reuniones de una asociación de la que fui presidente y ver a buenos colegas y amigos y plantear lo que sigue en este año.
También cantar, beber y gozar como hacía mucho no lo hacía. Procastinar con toda intención un par de cosas (ese miedo al éxito). Visitar la tumba de mi bisabuela y mis abuelos (otra cosa que no había realizado hace tiempo). Hablar con amigos que están por separarse o divorciarse, y con otros que planean su boda. Meter mi nombre en los primeros lugares en algunos videojuegos en un Arcade, con gratos recuerdos. Vaya, vivir intensamente… fuera de las pantallas.
… y sólo hablaste de ti
Vaya, hay un dato duro que debo reconocerles: todas las entradas de este mes fueron en la categoría «Los Bichos: cosas del día a día». No hubieron reseñas, ni frases célebres, ni comentarios a temas actuales, ni nada más.
Tal vez es buen momento para confesarles por qué: me la he pasado más en el mundo 1.0 que en el digital. Acabando proyectos para clientes y viviendo cosas que hacía mucho no hacía. Charlar con amigos en persona en vez de en Whatsapp. Viajar a otras ciudades para ver a la familia. Hablar por teléfono por horas. Pasear con mis hijos, caminando y remando. Ayudar a amigos y familiares con sus problemas. Soñar. Cantar y reír por horas. Disfrutar mi comida, sea con un atracón de pizza o con jornadas enteras de tomar sólo jugos.
Y si: también meditando, pensando, viendo hacia dónde ir. Porque hay tanto que quiero hacer y tan poco tiempo. Sé que el futuro es brillante. Hay que hacerlo realidad. Y también. estoy saboreando el presente. Porque… si todo el año fluye como este mes, 2018 será un año de muchas realizaciones, logros y felicidad.
(Y la imagen de hoy? Ah, sí, lo olvidaba… «Deben compartir esta entrada… Deben compartir esta entrada…». ¡Van!)
Imagen de hoy claudiolobos
Hola, los que te leemos lo hacemos para saber de ti, de lo que haces, de tus logros y de tus proyectos y de alguna manera nos sirves de inspiración o aprendemos algo. Me da gusto que en enero escribiste mucho y espero que sigas por ése camino, que si mal no recuerdo, era ( es ) tu prioridad. Saludos
Gracias Silvia. En efecto, este blog pretende ser una herramienta de comunicación bidireccional. Pero sabes que procuro dar contenido variado. Si fue un mes tan atípico que bien merecía enfocarme en ese tema. Y… ya vienen nuevas cosas en febrero. Saludos y gracias por leer.
Mi querido Gonzalo, deseo de verdad que este año se cumplan todas tus metas. Te mando un fuerte abrazo.
Mil gracias Héctor. Confío en que así será.