Seguimos hablando del libro de Sally Hogshead, «Fascination». Hoy comentaremos sobre Prestigio, ese que nos hace soñar en vivir en mejores lugares o en mejores personas – incluso si es en el sentido de este sólo tema.
¿Personas con prestigio? Bueno, algunos son obvios. El prestigio se asocia con gran riqueza, belleza, status, fama, lujo, linaje… Por eso aparece difícil de alcanzar para la mayoría. Pero no necesariamente, porque además de esos aspectos que se alcanzan por el lugar de nacimiento o la familia, también puede alcanzarse por un gran desempeño, una colección extraña, una gran captura; cosas que todos podemos alcanzar, incluso aunque no hayamos nacido en cuna de oro.
Debo reconocer que el prestigio no es uno de mis gatillos. Tal vez un desempeño extraordinario de un artista o deportista debe ser celebrado, pero no los demás. Sospecho que porque la riqueza, la belleza o el status viene acompañado de una dosis de soberbia y arrogancia que es difícil ignorar, me parece antipático. Honestamente deseo que si me vuelvo más rico o famoso, me mantenga siempre simple y honesto…