Fatiga espacial: a veces pasa…

Fatiga espacial: a veces pasa…

A todos nos ha pasado: llega un momento en que te cansas, te agotas… y te rindes. Creo que muchos compañeros del Reto Blog están en esa etapa: ya pasamos 20 días, algunos ya se fueron -por lo que hay menos opciones para visitar y comentar- y a veces hasta creemos que ya no nos queda nada por escribir.

La verdad es que cuándo me pasa algo así, me acuerdo de Isaac Asimov y sus más de 620 libros en 9 de las 10 clasificaciones de Dewey. No escribió poesía; si todo lo demás: filosofía, química, historia, matemáticas, biología… y, por supuesto, cuento, novela y demás variantes-. Así que no puedo alegar que me dio la «fatiga espacial» como le pasó al Capitán Spock de «Viaje a las estrellas». Mi tarea es seguir, seguir, y seguir. Pero, además, es seguir cuidando la calidad y el esfuerzo adecuado: no se trata de escribir por escribir, sino de decir algo importante o compartir temas que valgan la pena.

Hablando de fatiga

También creo que la fatiga crónica que nos ataca ahora se refuerza porque los hijos están a punto de salir de vacaciones. La escuela está ya con pocas tareas y actividades. Exámenes finales y ya. Las clases extra están a medio gas. Muchos ya piensan en las vacaciones y están como ausentes. Tratar de hacer algo distinto cuesta cada vez más trabajo. El «ya déjalo, ya se va a acabar el ciclo» es una actitud derrtista pero constante.

Pero también aporta a esa fatiga o desánimo ver cosas como que personas que hacen un trabajo de ínfima calidad tienen más éxito -dinero, visitas, comentarios- que los que tratamos de hacer algo notable. Que mandas un correo y menos del 12% lo abre y el 3% reacciona. Quedo agradecido con quienes lo hacen, pero si incomoda sentir que tanto esfuerzo se pierde.

Entiendo los argumentos del tipo «con una persona que reaccione; con alguien a quien le cambies la vida, basta». Lo entiendo, pero no lo comparto. Por eso mismo hay muchos proyectos a los que me he negado a participar: el costo de oportunidad de mi tiempo no justifica el valor del proyecto.

Agrega esas pequeñas «tragedias cotidianas»: se rompió el cilindro neumático de mi sillón dónde trabajo. La pieza vale $700 -si la consigues-. Un sillón nuevo vale desde $900. ¿Debo entrar a la sociedad de consumo o buscar el «reduce, reutiliza, recicla»? El gasto eficiente es el nuevo. Pero… ¿vale la pena?

Haz lo que debes hacer

Creo que, al final, es ese sentido del deber, de hacer «lo que se tiene que hacer» el que a ratos me impulsa adelante. Es leer a los cuatro o cinco constantes del Reto Blog y compartir sus trabajos. Es ver que de 100 personas, 8 dijeron que querían ser lectores Beta de mi nueva novela. Pero encontrarme que 6 de ellos ya me mandaron comentarios, algunos en apenas 4 horas desde que les envié el borrador.

Es ese «me está gustando», «es adictiva», «¡Mándame más, ya me piqué!». Es el «Tienes el don de escribir». En realidad tengo mucha práctica y una buena anécdota más que el don. Es que me digan «encontré un par de comas fuera de lugar y tienes cinco espacios dobles en los saltos de palabras». Es eso. Es que varias personas coincidan en que una referencia es inadecuada; pero una referencia que a mi mismo me parecía incorrecta.

Pues si. Haré lo que debo hacer y seguiré esforzándome. Porque, ¿saben? Tras 30 años de esmerarme en hacer las cosas, estoy listo para ser un «éxito de la noche a la mañana». Y se me quitará la fatiga y el desánimo. Al menos, para lograr  un día más.

Mientras tanto, gracias a todos los que no nos dejan caer. Ya pasamos del 66% en el Reto Blog. Lo que viene es de bajada. Ya pasé la marca del 40% en la novela. Ya logré saltar un par de obstáculos de este mes. Y si, estoy cansado… pero seguiré luchando, contento e invencible. Ojalá lo logre, y espero que me acompañen en ese esfuerzo.

Imagen de hoy Tom Simpson via Compfight