Hay por allí una canción de Silvio Rodríguez, «sin hijo, ni árbol ni libro». Es como una réplica a aquel refrán que dice que para trascender en la vida hay que tener un hijo, plantar un árbol, y escribir un libro. Y nos recuerda que la vida cotidiana es una incansable lucha… aunque fatigue.
Y si, para la gran mayoría la vida es, simplemente, un proceso de repetición de una labor tediosa tras otra. Sin esperanza, sin trascendencia. Una incansable lucha que no lleva a nada.
Para otros, la vida es algo más, sea perpetuar la especie, mejorar el planeta o dejar un conocimiento (el hijo, el árbol, el libro). Y aún así, es fatigoso ver cómo avanzas y, aún así, no logras gran cosa. Es extenuante cuándo haces el esfuerzo y pareciera que no tiene resultados inmediatos. Aunque fatigue.
Tal vez por eso se trata de no desesperarse. Empieza en unos días el #NaNoWriMo2016 y mi meta es no sólo hacer mi novela, sino ayudar a al menos otras tres personas a lograr la suya. Así que… será una incansable lucha… aunque fatigue. Pero mejor que hacerla por uno mismo es ayudar a otros a lograrlo.
Así que… aunque «sin hijo, ni árbol, ni libro» siga conmoviéndome por los miles de «granos de arena que juntos forman largas playas», no les pediré que se apiaden de mi: procuraré tener más libros -que de hijos y árboles ya he cubierto mi cuota, supongo-.
Incansable lucha. Sigamos.
Así de simple: si lo logras, no importa cómo: está hecho. Y si no lo logras, no importa el porqué: no lo lograste. Así que… decide: lo haces o lo haces. O solamente te haces… tonto.
Sospecho que te ha pasado: piensas en una idea, medio la avanzas, no te convence… la olvidas. Y luego vez que alguien más la hizo. O peor: se la comentas. Pero él no se queda en la idea: la hace. Al menos dos veces me ha pasado en grande, y otras decenas de veces en proyectos menores. ¿Y a ti?
La frase era más larga y decía algo así como «las grandes verdades se guardan para el cierre de la conversación. Cuándo no queda tiempo para refutar ni ahondar, con ánimo de dejar la verdad allí, definitiva. Las grandes verdades se dicen en los vestíbulos, ya de salida». Y si, algo de cierto tiene.
Hay veces que sientes que todo se te viene encima, como si la calle se angostara. Pero mientras haya para dónde caminar, no te detengaS: sigue. Sigue. Sigue avanzando. Aunque el espacio de maniobra sea menor.
Es una de esas postales en que la imagen es maravillosa y perfecta para la frase. ¿O nunca han tenido sed? Simplemente, disfrútenla. Y hagan de sus deseos un motor.
Si, dije algo que hizo enojar a alguien. Y luego me encontré esta frase. Viviré con el enojo de esa persona… y con la certidumbre de que soy más «revolucionario» de lo que creía.
Paradójicamente -porque la fuente es el mismo libro de la postal anterior- aquí tenemos al líder revolucionario Vladimir Ilich «Lenin» vuelto estatua de oro en un carro viejo, porque… bueno, se trata de halagar al creador del socialismo real.
Acá les dejo la canción «sin hijo, ni árbol, ni libro». Disfrútenla.
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Imagen de hoy: Gauthier DELECROIX – 郭天 via Compfighty postales por @gjsuap y vídeo desde YouTube.