Introspección. Esa difícil tarea cotidiana.

Introspección
Introspección

En la última entrada, la de las frases famosas enquijotadas hubo una en particular que les llamó la atención. Que la compartieron mucho. Tal vez no por la frase, sino por la explicación que les dí. Dicen que hice un ejercicio poco común de introspección y que me atreví a compartir cosas «demasiado íntimas» así nada más. Les sorprendió.

Sí, la de «El que no sabe gozar de la ventura cuándo llega, no debe quejarse cuándo pasa» fue una que despertó sorpresa y admiración. Pero no fue esa la que más les llamó la atención.

Fue la explicación a la de «Cada uno es tal como Dios le hizo, y aún peor muchas veces». Les decía… Bueno, mejor les comparto de nuevo el párrafo que despertó interés:

¡Ay! Que si yo viera los planos que usó el creador para mi -y para muchas otras personas-, quedamos muy cortos. Lo bueno es que en las cosas importantes, en los sueños de hacer todo bien… en las quijotadas, pues, estamos cumpliendo el plan. O, al menos, eso me parece.

@Gjsuap, «Quijotadas y búsquedas».

Introspección. ¿Qué es eso?

Pues me vinieron a decir que había hecho una gran introspección. Un poco narcisista, si quieren, pero una gran introspección. «¿Quién eres tú para atreverte a decir que conoces el plano que usó el creador para hacerte? No seas soberbio» . Bueno, digamos que tienen razón. Pero no me refería precisamente a «conocer la mente de Dios». Es a otra cosa.

Muchos saben qué talentos y capacidades tienen. Qué les gusta hacer. Cuál es su misión en la vida. Lo tienen claro. Nadie tiene que decirles: lo saben. Y en la medida en que cumplen ese plan, esa vocación, son felices.

Les confieso: en este momento de mi vida, no lo soy plenamente. Hay cosas que debo hacer, que debo terminar, pero me ha dado pereza (o pena o miedo u otras cosas) empezar. O avanzar con ellas.

Sí, una de las cosas que me detienen es la parte monetaria. Cómo lidiar con los gastos de los siguientes meses, en lo que esa tarea-vocación-meta crece lo suficiente para mantenerme. Preocupa y me lleva a aguantar cosas inadecuadas.

Pero también es la desconfianza. Es dudar de mí mismo. En parte, por los propios miedos del ego. En parte, por los refuerzos negativos de personas cercanas a quienes quieres tanto… que les crees a pie juntillas.

Tú ¿Has pensando en tus talentos y vocaciones? ¿Te conoces? Yo… no he acabado, pero creo que por hoy es suficiente confesión. ¡Vaya! Que si fueran mis psicólogos es el momento en que dirían «Pues hoy logramos un avance… pero se agotó el tiempo. Nos vemos en la próxima sesión».

Y allí te quedas, como el Batman de nuestra imagen de hoy: no te sueltas al vacío, pero no estás estable. Sigues así, en el borde, esperando… «algo». Por lo pronto, esperando la siguiente entrada.

Imagen de hoy: Ni ellos. por elojeador 

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