Jobs en Stanford

Jobs, difícil batalla (Fuente: www.tmz.com)

¿Por qué se retira el CEO de Apple, Steve Jobs? Sencillo y no: en 2004 tuvo cáncer de páncreas. Y aunque fue operado y pudo sobrevivir, se sabe que es una enfermedad que no necesariamente se detiene. Y es el caso: continúa con problemas (véase la foto, cuya fuente es www.tmz.com). Pueden contrastar la foto con la que ilustró su primera aparición pública con Wozniak y que presentamos en el post Trabajos vs. Puertas.

Sabe que tiene dificultades para continuar con su posición directiva Y con su tratamiento; además de que su imagen no es la ideal para una compañía cuya principal fortaleza está siendo atacada por el modelo de negocios del Android -sistema operativo para celulares, bastante popular y más económico que su contraparte de Apple-.

Por eso, en una muestra de prudencia y sabiduría, se retira ahora, antes de que sea muy tarde para ambos -empresa y persona-.

Esto me hizo recordar su célebre discurso en la Universidad de Stanford en 2004, del que a continuación les doy tres ideas clave:

Conecta los puntos. Muchas veces no sabes por qué pasan las cosas, pero cuando el tiempo transcurre y volteas hacia atrás, ves que todo tenía un sentido. Mientras estaba yendo a la universidad pero sin estar inscrito regularmente, tomó cursos de caligrafía. Cuando diez años después inventó la computadora Macintosh, incluyó las tipografías -letras, tamaños, patines, sin patines, negritas, itálicas- como parte del sistema. Por eso hoy las computadoras tienen tipografías… aunque en su momento era «una pérdida de tiempo». Voltea hacia atrás y ve por qué pasan las cosas.

Amor y perdida. Haz siempre lo que amas. A él lo despidieron de Apple (empresa que fundó) y se sentía perdido. Volvió a hacer lo que amaba, y creó NeXT y PIXAR. Vendió PIXAR a Disney por mucho dinero, y Apple compró NeXT y lo recontrató. Lo que desarrolló en lo que fue «la etapa creativa de estar fuera» es la base del éxito de la segunda época de Apple. Lo malo puede ser bueno, si haces lo que amas.

Piensa en la muerte. Vive cada día como si fuera el último, y algún día tendrás razón. Haz lo correcto para todo momento, como si fuera en verdad tu último momento. Pregúntate cada mañana si harías lo que vas a hacer ese día si fuera tu último día, y si por varios días contestas «no», cambia de tarea. Ama a todos y disfruta lo bueno de la vida.

Por supuesto, el texto es mucho más rico y les recomendaría leerlo todo. No en balde este discurso se considera como una gran pieza oratoria, y debería ser obligatorio para cualquier joven en edad de descubrir su vocación -y para algunos adultos también-. La transcripción del mismo desde la página de la Universidad de Stanford puede leerse en inglés aquí. Para quienes tengan el tiempo y ánimo de verlo, está el video de quince minutos, subtitulado a continuación: