Es triste aceptarlo, pero es cierto: la estupidez vende. Estaba tratando de acordarme cuándo un intelectual ha logrado tener un programa tan visto y atendido como muchos de los comunes y corrientes talk shows. Y no, definitivamente no recuerdo. En algún tiempo Alejandro Aura tenía una revista de larga duración, «Entre Amigos» que era muy gustada… únicamente en los siete o diez minutos de su segmento humorístico. Claro, lo hacía un joven mimo emanado de la televisión pública que hacía comedia fina e inteligente, con muchos «props» -elementos escénicos, pues- y que se llamaba Andrés Bustamante, luego conocido como El Güiri Güiri.
Tal vez uno de sus mejores gags en Entre Amigos fue cuando salió a entrevistar al público en la calle para preguntarles si habían escuchado hablar del «ornitorinco bebé» que había nacido en el Zoológico de Chapultepec, y que se había presentado en el principal noticiero de la competencia -lo que era falso-. Todos recordaban haberlo visto. Y cuándo pedía que lo describieran… pues resulta que nadie sabía como era el tal animal, pero no perdían oportunidad de callarse. La estuipidez vende, pues, y la oportunidad de salir en la tele era imperdible para muchos.
Lo más curioso es que el Güiri Güiri, tras su éxito en los segmentos humorísticos de los Protagonistas en mundiales y juegos olímpicos, hoy tiene una compañía que utiliza sus peronsajes para capacitación empresarial y temas similares. Es decir, se alejó de los medios.
¿Por qué sale esto a colación? Porque el secretario de Hacienda hizo una declaración torpe, la de que seis mil pesos bastan para pagar crédito automotriz, hipotecario y colegiatura de escuelas privadas, y ¡zaz! todo mundo lo tupió acusándolo de estúpido. Y todos los medios lo retomaron. Fue tal el furor que el sitio dedicado a recuperar el mejor cartón del día, Monoaureo.com triplicó su récord de visitas diarias -logrado durante el mundial con un cartón de Pulpo Paul– y por primera vez en su historia un mismo cartón fue el más visitado, el más votado y el más comentado. Y para su deleite, se incluye aquí para demostrar que… la estupidez vende.
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Efectivamente, como a bien refiere su post, ‘La estupidez, vende..” y mucho diría yo, solo debemos ver la cantidad con las que esta llena la tv abierta, no solo de por los malos y hasta infames programas que mantienen a miles de personas atentas a los mismo, algunos comentaristas de los mismos medios de comunicación y para cerrar con broche de oro, Políticos y lideres sindicales que solo demuestran su falta de sensibilidad social.
Felicidades, un excelente post.