La horchata de fresa

Horchata de Melón

Una de estas tardes llegué a su casa, y me sorprendió que habían hecho una gelatina de fresa en vasos de cristal. Típicamente las hacemos o en un refractario grande o en pequeños vasos desechables. La segunda sorpresa fue ver que no estaba cuajada. ¿Qué hace una gelatina sin cuajar en la mesa? Pues nada, me preguntaron «¿Y te gustó la horchata de fresa?»

En efecto, era el agua de horchata saborizada sabor fresa de las que les había comentado en la entrada «horchata es horchata«. Debo comentarles que su textura era sedosa y espesa, como se espera de una buena horchata. El sabor y el color eran equivalentes a las de una gelatina de leche de ese sabor, con un toque de canela. Tras la sorpresa inicial, debo decir que me gustó. No es la mejor agua saborizada que he tomado, pero la opinión negativa que me produjo de inicio al ver el sobrecito se matizó.

En los aspectos negativos, debemos decir que está basada en saborizantes artificiales, y no hay traza alguna de arroz, fresa, leche o canela naturalmente cultivada. Se trata de una molécula desarrollada en laboratorio, y no sabemos exactamente que cualidades negativas podría tener su consumo en el mediano y largo plazo. Por lo menos, atrofia la lengua al enseñarnos una única versión del sabor, al que se acostumbrará nuestro cerebro si se consume con regularidad.

Contrasten eso con la descripción de la comida orgánica del restaurante de The Green Corner que comentábamos en la entrada de ayer -que pueden ver aquí-. Los sabores de un producto orgánico ni siquiera son uniformes aún viniendo de una misma planta.

En el lado positivo, es fácil de llevar y la textura y sabor siempre serán homogéneos, por lo que se vuelve predecible y confiable. El costo es moderado -no es barata, pero no tan cara como otras opciones, por ejemplo, jarabes de horchata-. Y bueno, recomendaría probarla al menos alguna vez, y que decidan si la compran o no. En casa seguimos con la duda si volveremos a probarla, o no. Por lo pronto, me sorprendió verla tan parecida a una gelatina y probarla tan cercana a una buena horchata… mezclada.

También probé ya la «horchata de melón» – ilustrada en la foto-. La anécdota es menos interesante porque ya no me sorprendió tanto. En general, parce que el paladar casero se inclina más por esta opción que por la de fresa. Veremos…

Por cierto, leía una reseña de un producto similar pero que se vende en Estados Unidos como «auténtica horchata mexicana». También lo produce Tang. Y el usuario que la comentó la encontró «realmente repugnante. El sabor es equivalente a beber harina de arroz diluída, como si fuera pegamento, con un toque de canela muy ligero. Parece leche, pero no lo es; parece pegamento, pero no lo es». Es decir, una descripción adecuada de alguien que no conoce el sabor, no sabe lo que es una horchata… y no lo probó con mente abierta. Por supuesto que los sabores diferentes son siempre sorprendentes y no necesariamente agradables. ¿han probado el horrible licor alemán Jägermeister? Supongo que por algo es líder de ventas en la categoría de licores de hierbas en el mercado europeo… aunque sepa muy feo. Como una horchata para un estadounidense, pues.

Si han probado este producto u otro con combinaciones extrañas -como las papas sabor «taco al pastor»- les invito a dejarnos un comentario con sus opiniones al respecto…