Comentaba en la entrada de ayer de este blog (la estupidez vende (2) ) que el mayor «herror» de Vicente Fox no fue usar botas de charol ante el Rey de España; o llamar «Jorge Luis Borgues» a José Luis Borges… Su mayor error fue casarse con su vocera, Martha Sahagún. Y no por ser polémica, haber sido su vocera o por algún otro factor, sino que le costó en dos vertientes:
1.- Hizo una campaña muy fuerte como candidato, basada en que era católico practicante. Enarboló el esandarte de la Virgen de Guadalupe, alegando que era igual que Hidalgo -y no por su contenido religioso-, recibió un crucifijo de parte de sus hijos en un evento en Auditorio Nacional, y el día de su toma de posesión fue antes de la misma a escuchar misa en la Basilica de Guadalupe. Y todo era consistente con su condición de separado, pero no de un divorciado vuelto a casar… ¡Y menos con una divorciada!
2.- Nuevamente, el problema no era problema para la mayoría de los mexicanos, pero si era una situación grave para los católicos practicantes y parte de la extrema derecha (el famoso «Yunque») que fueron un apoyo fundamental para su llegada al poder. Al casarse (¡y con una divorciada!) nuevamente, perdió estos apoyos sin ganar a nadie del otro lado. Es decir, para las izquierdas era irrelevante su vida personal y su situación legal
3.- Sin embargo, era tal su ánimo y disposición a lucir y dar un lugar a su nueva esposa, que llegó a declarar en público que México era gobernado «por una pareja presidencial, de la cual la señora Martha Sahagún es la mitad». Cierto o no, esto reforzaba la percepción de importancia que se le daba a la primera dama como factor de peso en la toma de decisiones publicas. Reforzando la idea de que era poderosa, cada vez más gente la buscaba, haciéndola realmente poderosa.
4.- Esta posición fue utilizada, legalmente pero de formas poco claras, por los jóvenes Bibriezca, hijos del primer matrimonio de la señora Sahagún. Así, si bien a Vicente se le acusaba de ser torpe por sus declaraciones, los hijastros tenían fama de ser muy, muy, muy vivos y contar con el apoyo total de su madrastra para sacar las cosas adelante.
Así pues, el mayor error de Vicente Fox se llama Martha Sahagú. Al menos, son felices.