Me dicen que es un error dedicarse a ser escritor en estos días. Que los lectores son una especie en peligro de extinción, que las editoriales se concentrarán únicamente en los autores que ya tienen y que el mundo se está acabando si eres escritor. Pero soy muy necio… o al menos no creo en esas catástrofes.
Si, una editorial grande me buscó porque le interesa mi trabajo. No quiere que se lo ofrezca a nadie más y me pide que los espere… Hasta el verano de 2016. (No pueden programar nada antes, pero… les interesa mucho). Otra pidió que le reserve los derechos de la novela, aunque tardará cuatro meses en evaluar si la quiere o no. Yo por mi, podría tenerla desde hace un mes a la venta. Pero… le daré oportunidad, pues.
También hay quien dice que el problema no es la falta de lectores, sino que, simplemente, lo que escribo y cómo lo escribo no es de interés para nadie. Que lo olvide, que no interesa, que no sirve, que vale gorro. Aún así, más de 5,000 personas diferentes visitaron este blog el año anterior. Y muchos de ellos lo visitaron más de una vez. No es poco.
Otros me dicen que no me preocupe, que solo escriba, que tarde o temprano llegará alguien a quien si le importe lo que escribes y que, eventualmente, serán muchos más los que lean. Pero que, la verdad, basta que haya un único lector, y que ese esté satisfecho: el mismo autor. No coincido: para eso, escribiría un diario en un cuadernillo con un candado para leer en exclusiva lo que escribo. En parte escribo para el público.
Ray Bradbury comentaba que no busquemos ni el dinero ni la fama al escribir, sino volcar una pasión y encontrar un momento «fuera del tiempo», en el que el trabajo creativo se apropie de todo -de ti mismo incluido- y que sea el quien se encargue de crear. (Eso y más comentamos en Zen y el arte de escribir, un comentario a sus ensayos sobre creatividad).
Alguien me hizo ver que el videobloguero más famoso de México logró 1.5 millones de visitas a su última entrada en menos de 48 horas, y que ni loco lograría tener 1.5 millones de lectores «en la vida». No me importa el número total, pero no lo descarto. No será fácil, pero es posible. Son parámetros diferentes.
Yo confieso que no, no se trata de escribir para uno mismo. Ni buscar fama o dinero fácil. Se trata de comunicar el mensaje, la idea, la reflexión que uno ha puesto por escrito. Por eso ofrecimos que escojan alguno de nuestros libros como regalo de reyes, y si les gusta, que nos comenten y lo recomienden. Muchos lo hicieron, tal vez menos de los que esperaba, pero mucho más de lo que me auguraban. Ahora espero que cada uno regrese feliz con la invitación y vuelvan por más.
Me pasó algo muy interesante: uno de los lectores de las pruebas de «Clara Sandra solía soñar» me dijo ayer que ya se enganchó, que está muy bueno y que iba a leer según él dos capítulos y ya lleva 100 páginas en un día. «Y no se me salieron las lágrimas porque estaba en mi oficina… Pero está muy bueno». Nada mal. Y es de los primeros que lo tienen. Veremos que dicen los demás.
También me llamaron de una Editorial de esa grandes grandes, que les interesa que colabore con ellos, que la siguiente semana nos veremos para ver términos y condiciones. No está mal… Nada mal. Veremos si algo importante puede lograrse. Y esta semana me llegarán algunas pruebas de impresión de «Clara Sandra solía soñar», para quienes donaron más de U$50 en http://www.classy.org/gjsuap y para mis lectores Beta.
Por si fuera poco, me buscaron también de #NaNoWriMo: gracias a mis donantes, quedé dentro de los 10 recaudadores individuales más grandes del mundo. Así que promoverán mi novela ante su auditorio (y entramos al proceso de selección de los premios grandes: revisión por una editorial grande, revisión por un agente literario, y diseño profesional de una portada. Nada mal y me deja más agradecido con quienes creyeron en el proyecto).
Por lo pronto, les agradecemos que nos lean y por ello haremos un trato: expandiré el plazo para pedir un libro gratis de los enunciados en Su regalo de Reyes hasta este fin de semana, pero solo si se comprometen a regalarnos una reseña o comentario del mismo, ya sea en Amazon, en sus blogs o por correo electrónico. Y si ya aprovecharon y les late lo que han leído, avísenles a amigos y compañeros.
Y les comento el motivo: Hay tres libros casi listos para salir a la venta, y un cuarto que estoy escribiendo en este momento, y me interesa su retroalimentación antes de publicarlos. Porque no escribo para mi mismo, o por fama o dinero. Escribo para transmitir mensajes que me parecen importantes. Pero sin lectores, de nada sirve. ¿Me ayudan a conseguir algunos lectores adicionales, así sean ustedes mismos o alguien a quien conozcan?
Imagen de hoy por Paulo Slachevsky via Compfight
Si te gustó, compártela en Twitter con un click: