Metro: la historia de terror sigue y sigue…

A raíz de nuestra entrada anterior sobre el terrible accidente en el Puesto Central de Control 1 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, tema al que nos asomamos por curiosidad -y por tener el video de primera mano tomado desde el interior del PCC en el momento del incendio- nos empezaron a llegar más testimonios y mensajes de trabajadores del Sistema.

¿El elemento común en todos ellos? Que la austeridad es mucho más grave de lo que se había dicho. Sí, el sistema de trenes está viejo y no tiene muchos recursos para el mantenimiento. Sí, a lo largo del tiempo el hecho de no querer aumentar la tarifa está descapitalizando al Metro.

Por ejemplo: en 2006, se requerían mil millones de pesos al año sólo para pagar la electricidad. Esto era tres meses del total de los ingresos del Sistema -suponiendo que NO se pagaran sueldos, impuestos, ningún otro gasto…-. O sea, el 25% de lo que cobraba era para la luz. Y aún así, se perdía dinero. Hoy, con una tarifa de 5 pesos apenas se cubre un tercio del costo de operación.

Es cierto: el mayor programa social del gobierno de la Ciudad de México es subsidiar al metro. Porque si consideran que se tienen cinco millones de usuarios y que cada uno recibe diez pesos de beneficio, son cincuenta millones de pesos al día de subsidio. O algo así como 18,250 millones al año. Esto es equivalente a la mitad del presupuesto nacional de Jóvenes Construyendo el Futuro.

Metro: Más accidentes.

Bueno, pues ayer martes hacia las 10:45 de la mañana, un tren dentro de Taller La Paz -al final de la Línea A, que corre de Pantitlán a La Paz- se descarriló. Y nos mandaron fotos y videos del incidente. No fue grave, pero es otra muestra de que el sistema está fallando cada vez más. Como me decía una amiga «Ahora me dará más miedo subirme al metro. Y más si no tendrán piloto automático y control central».

Pero el problema se agravó porque la semana previa, en el Congreso de la Ciudad de México, el diputado Jorge Gaviño había preguntado el porqué no había Gerente de Mantenimiento desde hace casi 10 meses en que se abrió la vacante. La directora del Metro, Florencia Serranía, respondió: «Yo soy la responsable del mantenimiento. No lo he nombrado, porque quiero estar a cargo y evitar que las áreas evadan los problemas diciendo que a ellas no les toca». Pero este lunes, tras el grave incidente del incendio, dijo: «solo soy la directora del Metro» y pidió que se castigara a los responsables. Así que los trabajadores en el Taller La Paz dijeron, con algo de sarcasmo, «pues que venga el responsable del descarrilamiento a corregirlo» y no quisieron ayudar.

Ayer en la tarde, tuvieron que desalojar a los pasajeros de un convoy en la estación Auditorio. ¿El motivo? Hubo un conato de incendio. Pueden ver la nota al respecto en el periódico El Universal. Dos incidentes en un día es una señal de miedo. O hasta de terror: ¿Cuánto se agravará la crisis del metro?

… el terror es más grave.

Un grave error que está cometiendo la administración es pelearse con sus trabajadores: si el exceso de austeridad está dañando más que de costumbre al mantenimiento, no puede responsabilizarlos a ellos o al Sindicato. Tiene que asumir que el dinero no es suficiente.

Nos decía otro testimonio recibido: «Se quedó corto. En todo el 2020, no nos dieron estopa, grasa ni jabón. Y eso que trabajaba en un taller de mantenimiento. Yo tenía que llegar con esos insumos básicos. ¿Se imagina una cocina sin sal? O peor aún, ¿Que un pinche tenga que llegar con sus propios cuchillos e ingredientes porque en su trabajo no los tienen? Así nos tenían».

Un testimonio adicional nos dice: «El terror es más grave de lo que dice, y tiene nombre: Florencia Serranía. El terror sigue y sigue. Ella ya estuvo al frente del Metro entre 2004 y 2006. Por eso se sabe intocable: es amiga de Peje y desde allí la puso. Entonces nos presionaba y abusaba. Hoy está peor. Tiene razón: lo que estamos viviendo es un Austericidio«. Dejamos acá los testimonios recibidos. Porque este problema se va a agravar… mucho.

Imagen de hoy: Especial. Enviadas por trabajadores del Metro.