En el post de ayer comentábamos que un poco de distancia con el ciclo noticioso trae perspectiva. Aparentemente, les gustó el tema y dos cosas: la frase «si es noticia, tarde o temprano te enteras» y el término «newsadicts». Es cierto que no necesitas saber que hizo hoy mismo Barack Obama para que tu mundo tenga sentido. Es cierto que su actuación puede afectarnos a todos, pero tampoco el hecho de que la conozcas en tiempo real va a afectar tu conducta de manera definitiva.
Es cierto que la adicción a la información puede ser tan lesiva como cualquier otra adicción: alejarte de la familia, distanciarte del mundo, dificultar tu operación cotidiana en el mundo real. Pero a diferencia de otras puede ayudarte a aparecer más culto, un hombre o mujer de mundo, bien informado y enterado de lo que pasa, capaz de entender las causas y efectos de las cosas. Pero lo cierto es que mucha de la información que recibes es sólo basura. Y vaya que el esfuerzo de clasificarla o hacerla valer es mucho. Además, nunca sabrás lo que una pequeña nota de un día puede acarrear en un futuro lejano.
Hay quien dice que si el cerebro no tiene límite de procesamiento, ¿Qué más da llenarlo de datos, aunque la mayoría sean intrascendentes? La otra posición afirma que más vale cuidar que información metes a tu mente, pues no sabes cómo te hará actuar. ¿Tú, que opinas?