Ya les he comentado anteriormente sobre aquella frase bíblica, «pide y se te dará«. Y en esta ocasión hay dos precisiones que me gustaría hacerles, en vista de lo que ha pasado en los últimos días. Debemos aprender a pedir lo justo, a pedir con precisión y a estar atentos cuándo nuestras peticiones son escuchadas… a riesgo de dejar ir las respuestas
Por supuesto, no todos lo sabemos hacer, y allí es dónde el problema no ayuda en buscar su propia solución… Por lo que sugiero estar atentos desde el inicio.
La cita bíblica
La cita que les decía corresponde al Evangelio según San Mateo, capítulo 7, versículos 7 al 12. que dice:
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O qué hombre hay entre vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden? Por eso, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas.
La instrucción es muy clara: «pedid y se os dará». Pero no solemos fijarnos en «las letras chiquitas» que acompañan la instrucción…
Pedir lo justo
El primer paso es pedir lo justo: olvídense de pedir el primer premio de la lotería para «irse de putas». No es así como funciona la cosa. Decía Gandhi: «cuándo hagas planes, tu has tu parte como si estuvieras solo y deja que Dios, tu socio, haga su parte». Así que esmérate en avanzar lo que a ti te toca, y deja que el resto fluya.
Esto incluye cierto desapego a los resultados: si pasa, bien, si no, también. De poco sirve estar pregunte y pregunte si ya se logró algo. Abrir el horno para ver cómo crece el pastel sirve… para hacer que el pastel se deje de cocer bien y no «se eleve». Ten paciencia.
Hacerlo con emoción y fe
Para pedir bien, se requieren dos cosas: emoción y fe. Eso es lo que luego no queda claro en «El Secreto» y obras derivadas: hay que pedir con emoción y con fe.
Ya les contaba alguna vez que creo que el mar rojo se le abrió a los israelitas no cuándo Moisés hizo la petición, o cuándo dijo la oración. No. Se abrió cuándo el primer israelita que tenía el agua hasta el cuello… siguió caminando con la certeza de que el mar se abriría. No antes… sino cuándo tu fe se manifiesta con certeza.
El otro prerrequisito es hacerlo con emoción. Por eso, cuándo en pánico temes que te van a robar, provocas el robo. Pero también funciona cuándo, con emoción positiva, esperas algo y pides por ello. Muchos padres lo sabemos: esperamos con gusto cierto número en los festivales. Y como lo esperamos con emoción y ganas, sale mejor de lo que muchos esperan. Aunque esté desafinado y mal sincronizado.
Pedir con precisión y en familia
La idea final para lograr que tus oraciones se escuchen es orar con precisión. Te aseguro que se te dará lo que pediste… pero exactamente como lo pediste. «Tener una mujer que no tenga madre» no implica que no tendrás suegra, porque no es lo mismo ser huérfana que carecer de control. Y puedes acabar en el peor escenario: una mujer ingobernable con una madre presente y controladora, con pleitos a cada rato. O a la inversa: puedes pedir un hombre que no tenga vicios… pero que resulte que tampoco tenga virtudes. Que no fuma, no beba y no ande de mujeriego… no porque no quiera, sino porque no tiene con qué.
Y si quieren lograr más rápido y bien lo que piden, háganlo orando en familia. Padres e hijos juntos, pidiendo unos por otros. Porque a final de cuentas, los niños dependen totalmente de los adultos, pero los adultos dependen de Dios; ya lo decía la frase bíblica que citaba arriba.
En fin, esa es la recomendación que les hago hoy, como resultado de una plática del viernes pasado y de algo que intenté hacer este fin de semana. Ya les diré si funciona pronto y bien. Lo cierto es que no hay que dejar de intentarlo. ¡No dejen de comentar sus experiencias!
Imagen de hoy: Little blonde girl praying – Deborah Conway at Fitzroy Gardens por avlxyz
