Pasé toda la semana comentando sobre Antanas Mockus, el candidato independiente a la presidencia de Colombia -que contaba con la postulación del Partido Verde, de reciente creación- y quien calificó a la segunda ronda presidencial, desplazando a los partidos tradicionales Liberal y Conservador, al tiempo que plantó cara al candidato del actual presidente Santos del Partido de la U. ¿Por qué hablar de ello? ¿Por qué hablar de Mockus?
Fue el alcalde de Bogotá, capital de Colombia en dos periodos no consecutivos (por restricción legal no podía reelegirse inmediatamente). En su gobierno encaró la guerrilla, la corrupción y la desintegración social con fórmulas imaginativas. Y también condujo así su campaña presidencial. Él y su sucesor como alcalde (estuvo entre los dos periodos de Mockus, así que es su sucesor-predecesor) Peñaloza quien también busca un puesto con la campaña de Mockus, tomaron medidas como despedir a los policías corruptos y reemplazarlos con mimos (si, un payaso mudo pudo más por mejorar las conductas de los conductores que un policía corrupto), construyeron una basta red de autobuses rápidos en carriles confinados (Transmilenio) y construyeron una basta red de 1,200 bibliotecas públicas, muchas en barrios peligrosos. Es el tipo de político que hace diferencias reales en el gobierno y hace que las personas vivan mejor. Por eso, aunque estén tan lejos de México o de Estados Unidos, vale la pena estudiarlos y, en su momento, seguir sus buenas ideas.