A muchos de nosotros nos encanta tener ideas novedosas, creativas y originales. Ese momento de creación hace que las cosas se vean bajo una luz nueva, o que parezca que no se han visto antes. Definitivamente es una de las experiencias vitales más intensas e importantes.
¿Qué les puedo decir? Recientemente me invitaron a una entrevista. Allí me recordaros mis inicios en la tarea literaria. Cómo publiqué un cuento en una colección prologada por Juan José Arreola… a los ocho años. Cuando un célebre autor y periodista tuvo un problema con su entonces nueva laptop y me pidió le rescatara un libro terminado de su disco duro. Logré hacerlo «volando por instrumentos», y obtuve el raro privilegio de leerlo completo incluso antes que la editorial y una mención en los agradecimientos.
También recordé aquella vez que me enviaron las galeras a las diez de la noche, en el entendido de que había que hacer los cambios antes de las siete de la mañana. Así que a las cuatro acabé de leer el libro por segunda vez y empecé a preparar mis sugerencias. Al final, no creyeron que las iba a mandar… y no las usaron.
En fin. Anécdotas que me llenan de emoción y que conté, literalmente, con un nudo en la garganta y la emoción a flor de piel. Por eso hago lo que hago.
Reduce, reutiliza, recicla
Aunque esa emoción de crear «algo nuevo» es muy especial y la disfruto mucho, a veces es necesario practicar el mantra ecológico. Ese que dice «reduce, reutiliza, recicla». Tomar una idea vieja, o que estaba abandonada. Eso pasó con «El Tesoro de Cuauhtémoc«, que floreció tras casi un año de estar en el tintero.
Ahora es momento de hacer una segunda edición y actualizar «De hormigas a tiburones«. Y más, porque hace poco encontré todos los elementos que «estaban guardados» en algún lugar, así que ya puedo volver a dar los talleres. De hecho, en un par de semanas tendremos uno. Ya les avisaré.
También está por salir la versión en inglés de «Escribe Hoy«. Como saben, el apoyo a los tesistas y escritores es hoy por hoy una de mis principales ocupaciones. Pues bien, la expansión de la idea a otros idiomas es un paso natural. Y vendrán también talleres presenciales, virtuales y en línea.
Y vuelve a empezar
Aún así, eso no es todo. Avanzamos con #CALEXIT. Un tanto retrasado porque no alcancé la meta de financiamiento que había propuesto. Le dediqué mucho tiempo para lograrla, retrasando la escritura. Pero hoy les tengo novedades: aquí está la portada definitiva para la versión en inglés. Espero les guste:
Porque eso si: aunque crear algo original es fascinante, a veces tienes que visitar lo que ya has realizado, corregirlo, revisarlo de nuevo… y volver a empezar. En eso ando ahora.