Los últimos días me han tenido reflexionando sobre la tarea de ser escritor. En parte, porque tuve encuentros con algunas estimadas colegas. Luego, por cierto estudio que me hicieron, que ratifica muchas cosas que ya sabíamos. Después, porque tuve posibilidad de encontrarme con alumnos del taller «Escribe Hoy«, lo que me hizo reflexionar nuevamente sobre dos admirados escritores, Ray Bradbury e Isaac Asimov. Y por último, pero no al final, porque empezaron a surgir nuevas líneas de negocio basadas en mis libros. Nada mal.
Del último punto, ya les contaré porque estamos en la etapa de definiciones. Tardará un rato, pero saldrá adelante. Del Taller Escribe Hoy, me han pedido la opción de hacer uno entre semana. Va. Lo proponemos, junto con otro en sábado. Estén pendientes a la página. El primer cumpleaños de las frases famosas me dja animado: más de 365 correos enviados a los suscriptores todos los días -hablando de esos proyectos que «harías aunque no te pagauen». Acá pueden suscribirse gratuitamente-. En fin, muchos avances que se reflejan en las frases de la semana.
Lo mejor: hemos encontrado nuevas formas de poder dar talleres y clases en línea. Nada mal para festejar el día del maestro, y tan pronto como sea posible arrancamos con el primero. Estén pendientes. Y por cierto, no dejen de leer la sección «avisos parroquiales» tras las siguientes postales. Verán nuevas formas en que nos pueden ayudar a servirles mejor. Gracias.
Reflexionando sobre ser escritor.
Así que… no desesperen. Los resultados llegarán más pronto que tarde, siempre y cuándo no dejes de hacer tu parte para lograrlos. «No pares, sigue sigue…»
Y creo que a todos nos ha pasado. «Vender un libro al día» puede parecer muy bajo; ni siquiera lograrlo, puede ser frustrante. Y pensar que puedes venderle 100 a un solo cliente si no vas vendiendo puerta por puerta. O si no dejas que Amazon haga todo el trabajo… cuándo tiene otros diez millones de proveedores a los cuales atender también.
Y si: tal vez vieron que esta fue nuestra postal del «10 de mayo», día de las madres… Queríamos salirnos de lo tradicional sin dejar de felicitarlas. Y, como saben, es quien más nos ama.
La frase me llegó a colación en las charlas con mis colegas escritoras, y su interés por lograr más libros y publicarlos en prestigiadas editoriales independientes. Lo que sigue… es escribir más. Woolf tiene razón.
También me preguntaron si no me arrepentía de ciertas cosas en mi vida. Si, de algunas, si. De otras… no, definitivamente no. Y Acá Sabina viene a darme la razón en un motivo.
En ese caso… si, he vivido una buena vida. ¿Y ustedes? ¿Aman y conocen, o les falta alguna?
«Es que todo autor es autobiográfico». Tal vez. Tal vez no. Y de repente… entiendes tantas cosas que te hacen ver que si, que es cierto. En fin. A seguir escribiendo que hay muchos secretos por descubrir.
Avisos parroquiales:
Como habrán visto, a partir de esta semana he iniciado una campaña para que, si les gusta lo que publicamos en Dichos y Bichos, me apoyen con donativos directos vía PayPal. Hay dos formas: me invitan un café -con un donativo de 45 pesos o tres dólares– o donan un monto libre. Sale en cero dólares, pero alli ustedes especifican el monto y la moneda a su gusto. Por cualquiera de las dos vías es por una única vez. O bien, me ayudan con su mecenazgo desde un dólar mensual a través de Patreon. Aquí, como es un compromiso recurrente, hay beneficios permanentes para los Patrones, -en función del monto de su donativo individual y de la recaudación total-.
¿Por qué hacer esto? Simple: creo en el modelo de comunicación directa entre el artista y su público. No quiero ir a pedir becas al gobierno, algo que me obligue a cumplir más requisitos burocráticos que creación artística. Temo que aceptar publicidad también acota los temas que puedo tocar y la forma de hacerlo. Y si «el que paga, manda» es cierto, prefiero pedir el apoyo de los lectores antes que de los anunciantes.
¿Por qué un monto de $45 o US$3? Más que nada es para poder cubrir las comisiones de la operación de la campaña. No todo lo que mandan, llega. Entre intermediarios y comisiones, casi un dólar o quince pesos se quedarán en el camino. Obvio, entre más alto su donativo esas comisiones van bajando en proporción del total.
En fin, en una próxima entrada les comentaré más a detalle. Gracias por su apoyo. ¿Si me invitan un café?
Imagen de hoy: r. nial bradshaw via Compfight y postales por @gjsuap