La historia de San Rafael y Tobías.
Nadie te habla de esta historia. Y, sinceramente, no entiendo por qué.
Debería ser una película.
Tiene un libro para ella sola en la Biblia.
Pero ni siquiera todas las iglesias cristianas la reconocen como válida. Y me sorprende que la ignoren. Te la cuento a continuación:
Un joven sale de casa a buscar una cura para su padre ciego, Tobit. Busca cobrar una deuda. No sabe que lo siguen demonios. No sabe que está siendo guiado por un ángel disfrazado. Ignora que va hacia su destino.
San Rafael, en disfraz.
Ese joven se llama Tobías. Su familia está arruinada, su padre ciego, y el viaje que emprende es su última esperanza para cobrar una vieja deuda y salvar a su familia. Pero Dios no lo deja solo. Le manda un compañero. Un muchacho cualquiera… al menos, eso parece.
Ese acompañante se presenta como Azarías. Pero en realidad es Rafael. Un arcángel. Uno de los tres arcángeles que la Biblia menciona por su nombre. Aunque dice que son siete. Enviado con una misión divina: curar, guiar, salvar… discretamente.
Durante el viaje, conocen a una mujer llamada Sara. Hija del deudor del papá de Tobías. Aparentemente, una mujer normal. Le gusta a Tobías y quiere casarse con ella. Pero hay un problema: Cada hombre que intenta casarse con ella… muere.
El demonio enamorado
Sara ha perdido 7 esposos. El demonio Asmodeo, enamorado de ella, los mata la misma noche de bodas. Nadie sabe cómo detenerlo. Hasta que aparece Rafael.
¿La solución?
No es una espada. Ni un exorcismo. Ni una profecía.
Es el hígado y el corazón de un pez, quemados sobre brasas.
Un símbolo poderoso: lo humilde vence lo infernal. La sabiduría de la experiencia sabe más que los que se dicen expertos: los médicos.
Rafael no solo salva a Sara. También le revela a Tobías que puede curar a su padre… Con la hiel del mismo pez que atraparon juntos días atrás.
Además, claro, que el padre de Sara le paga lo que le debía al padre de Tobías, y mucho más, por salvar a su hija. Y acepta la boda.
La noche de bodas
En la noche de bodas, y siguiendo el consejo de Rafael, se ponen a orar. No hacen lo que hacen todas las personas: ceder a la pasión. Primero, consagran su matrimonio.
Y queman el hígado y el corazón del pez bajo la cama. El demonio huye ante el humo. No vuelve. Ahora podrán ser felices.
La verdad de San Rafael
Tobías regresa a casa. Aplica la hiel a los ojos de su padre. Su padre recupera la vista.
Y entonces, por primera vez, Rafael revela quién es en realidad:
“Yo soy Rafael, uno de los siete arcángeles que están ante la gloria de Dios.”
Dice que lo mandaron para corresponder todas las caridades que había hecho, en silencio, la familia de Tobías. Y desaparece. Sin gloria. Sin estatuas. Sin que nadie más lo vea.
Hoy, San Rafael es santo patrono de los médicos, caminantes, y quienes buscan sanación. Pero pocos conocen esta historia. Porque nunca fue contada como merece. Hasta algunos cristianos niegan que sea cierta, aunque sea bíblica. Y los agnósticos… menos.
Pero se vive con pasión.
Esta historia lo tiene todo:
- Un anciano agonizante, contra reloj.
- Un joven con una misión imposible.
- Un ángel encubierto.
- Un villano poderoso, un real demonio.
- Una mujer atormentada.
- Un final que sana más que los ojos: sana el alma.
Y la idea de que el Amor siempre gana.
San Rafael, hoy
Debería ser una película. Pero es una historia real. Y aunque muchos no la conozcan, e incluso algunos cristianos la nieguen… Hay un mensaje para ti. A veces, cuando te sientes perdido, alguien ya está caminando contigo. Solo que aún no se ha revelado.
Yo les confieso que suelo ir mucho a la iglesia de San Rafael Arcángel de la CDMX. En particular, desde que, siendo adolescente y con un diagnóstico de ceguera que eventualmente sería total, me curé en el día de su fiesta. Por eso no podía dejar de contarles algo sobre él.
Y, por eso, es uno de los personajes claves en mi novela “Clara Sandra solía soñar” y sus secuelas. Si quieren ver cómo un arcángel puede interactuar con el día a día del siglo XX, lean mi texto.
Espero que este recuento de la historia de San Rafael te haya gustado y te invite a leer el Libro de Tobías y a investigar más.
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