Tres mil mensajes. ¿A qué hora escriben?

Tres mil mensajes - Foto por Anton on Pexels.com
Tres mis mensajes.

Debo confesarlo: uno de mis roles como administrador del grupo México Sur del National Novel Writing Month (NaNoWriMo) implica estar al pendiente del grupo de WhatsApp. Por si hay dudas, problemas o hasta discusiones que se salgan de control, hay días en que es necesario desconectarse de ello. Por ejemplo, cuando entro a junta en el trabajo. Pero nada como el día que me desconecté por 24 horas y, al regresar, me encontré tres mil mensajes sin leer.

Sí: más allá de los mensajes personales, de los grupos y subgrupos de la oficina, de la familia y de algunos amigos, solo el grupo de escritores mandó tres mil mensajes en un día. Normalmente no me doy cuenta, porque los voy leyendo «en tiempo real», en cuanto los ponen… O con unos treinta minutos de desfase. Máximo, dos horas si es que tengo que entrar a una reunión. No fue el caso.

Tres mil mensajes.

Digamos que mi récord personal fue escribir cien tuits en 90 minutos. El chiste es que no era cualquier tuit: fue como parte de un interesantísimo ejercicio de democracia participativa que hizo Marcelo Ebrard como parte de su quinto informe de gobierno -y que representa, para mi, uno de los momentos estelares de su gobierno. Y no sólo porque estuve allí y lo vi en primera mano, cómo lo cuento en ésta entrada de 2008, una de las más visitadas en la historia del blog.

Pero ese fue un ejercicio de comunicación de masas, que tuvo al final, y nada más desde mi Twitter, casi 250,000 impactos (lectores) ese día. Sin duda uno de mis mayores logros en redes sociales en la vida. Por eso tres millardos de mensajes en un grupo de menos de 150 personas, en un día… me pareció un exceso.

¿A qué hora escriben?

Ni modo: me dediqué casi una hora a leerlos todos. Porque no vaya a ser que alguien haya propuesto correr al representante, dinamitar un banco y culpar a la organización global de escritores. O, simplemente, escribir groserías, ofensas o descalificaciones.

Pese a lo que temía, el grupo en realidad se comportó bien, no dio problemas y algunas de las discusiones eran de compañeros cuyas tramas se habían estancado o que querían sugerencias de nombres para ciertos personajes. Lo normal en un grupo de escritores. Pero si me hicieron pensar «si escriben, publican y leen 3,000 mensajes en 24 horas, ¿pues a qué hora avanzan sus novelas? Pero ¿qué creen? También tomar un poco de distancia me sirvió para ver que, ante todo, escriben sus novelas. Y eso, debo decirlo, me da mucho gusto.

Imagen de hoy: Foto por Anton on Pexels.com

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