En una entrada anterior les platiqué que ya tenemos un cuento publicado en una nueva antología. Y lo más novedoso es que surgió a partir de la Tribu que hemos constituido, informal pero consistentemente, los participantes del NaNoWriMo capítulo México Sur. Esta banda de escritores tiene hoy en día más de 90 participantes.
Les decía que parte de la dificultad, para mi, fue escribir erótica. No es un género que lea o que escriba, y las escenas sobre el tema en mis otras novelas son breves, tímidas o inexistentes. Así que eso fue un reto.
Luego, la parte del equipo: si bien 25 personas se dijeron interesadas, al final 20 dijeron que mandarían textos y recibimos 17. Pero el libro no se iba a acabar solo: no se trataba únicamente de mandar los textos, sino de editarlos, formarlos y demás pasos del proceso. Y sin dinero o editorial para hacerlo, todo dependía de los miembros de la tribu.
La portada a debate
Una de las tareas era hacer la portada. Queríamos una que se saliera un poco de lo que suele suceder en el género: cuerpos atléticos o muy estéticos, listos para la acción erótica; en poses sugerentes o en besos apasionados. De hecho, la portada del proyecto era una pareja besándose. Bastante tímida para el contenido del libro, pero suficientemente clara como para ponerle «cara» al proyecto.
Pues ese primer borrador habrá tomado unos 10 minutos. Claro que era una foto de stock montada en una plantilla genérica. Cumplia con el rol de darnos una idea de cuál era la meta a lograr para el grupo.
Entonces me tocó hacer otra propuesta. Pensé en caligrafiar uno de los cuentos, con una pluma antigua. Y la idea era que, conforme avanzabas en la página, la letra se fuera volviendo más y más «excitada» hasta que se volvía ilegible. Simulando la reacción del cuerpo. El resultado final me gustó, pues se salía del canon del género pero a la vez transmitía la idea de la lectolagnia: excitarse a partir de la lectura. (Es la imagen que ilustra esta entrada, y que pueden ver a mayor tamaño a continuación). Y, entonces, lo subí al grupo.
Tribu en pie de guerra.
Bueno… Ponerlo ante una decisión democrática no fue precisamente fácil. Por eso les decía en el título que «la democracia falla si confías en exceso». Preguntar a un grupo de gente creativa y talentosa qué opinan sobre algo que va a representar su trabajo, no es fácil. Pero pedir que alguien más lo haga, tampoco.
La verdad es que me sentí muy mal de ver que nadie apoyó mi propuesta más de un poco rato. Hasta los que la veían muy bien, empezaron a cambiar de opinión al oír otras interpretaciones y argumentos. Y eso está muy bien. Pero el proceso «democrático» nos tomó casi dos días de que se subió la primera propuesta a la versión final.
En la siguiente entrada, les comentaré un poco más de los entretelones de cómo se tomó la decisión final. Por cierto, si mientras tanto quieren leer «Fantasías Textuales Lectolagnia» está disponible en Amazon (impreso o como e-book) o en Amazon México como libro electrónico.
Imagen de hoy: Portada propuesta original para Lectolagnia por Gjsuap. (Disclaimer: Las ligas a la página de Amazon pueden ser consideradas «ligas de afiliado». Aunque no gano nada directamente si ustedes lo compran).
Pingback: Comités: la mejor manera de complicar lo sencillo | Dichos y Bichos
Pingback: Consensos: difíciles, pero posibles con esfuerzo | Dichos y Bichos