Estos días tuve la oportunidad de poder platicar con alguien muy importante en mi vida por un buen rato. De esas charlas que sueles no hacer cotidianamente, en parte porque las prisas te ganan. O porque no tienes la confianza suficiente. En fin, entienden la idea.
Por supuesto, que una de las ventajas de hacer este tipo de ejercicios es que te permite reflexionar en voz alta y escuchar tus propios pensamientos. Sí, además de tener la retroalimentación de la otra persona.
Y las conclusiones… tal vez son muy ricas precisamente porque nacen de las reflexiones más profundas que puedes hacer sobre los problemas que te aquejan. Aquellas que son tan importantes que no se las compartes a todos.
Vida: eso que pasa mientras que tú…
Sí: la conclusión es que hay cosas que estoy haciendo mal. Que, incluso, el manifiesto de Don Quijote y su adecuación reciente están fallando. Y no por su planteamiento fallido; sino más bien por su inadecuada aplicación. Simple. No lo estoy haciendo bien. Entre otras cosas, porque hay problemas como:
- Roles equivocados. Hay roles que estoy asumiendo de manera inadecuada. Sí, debo conservarlos pero no exactamente como los estoy haciendo ahora. Eso frena.
- Prioridades. Si ya sé cuáles son, ¿por qué no pongo el énfasis adecuado para cubrirlas?
- Prerrequisitos. Me queda claro que hay ciertos factores que debo tener resueltos antes de poder avanzar los demás. No hacerlo sin duda nos frena.
- Ventas. Sí, puedo tener buenos productos y bien desarrollados. Como «Escribe Hoy«. Pero si no los publicito adecuadamente y no los vendo bien… nomás no funcionan.
- Cumplimiento. Sí, si yo mismo no respeto mis propios calendarios y sigo posponiendo ciertas tareas, menos factible será que crean los demás en proyectos como «Publica Hoy«.
En resumen, necesito alguien que me ayude a vender. Porque ese es uno de los puntos que más me ha fallado en la vida: entender que una cosa es tener un gran producto y otra encontrar el público adecuado y llevarlo ante ellos. Otra, más seguridad: aprender que no me detenga la «parálisis por análisis» ni las inseguridades.
Porque, a final de cuentas, el tiempo sigue corriendo, y la vida es eso que pasa mientras tu estás esperando a que todas las condiciones se alineen adecuadamente para llegar al resultado óptimo. Empieza desde ya… y lo demás irá fluyendo. O, como dicen por allí, «prepara, dispara, apunta»: corrige mediante ensayo y error y no esperando que todo sea perfecto.
Son aspectos que debo corregir si quiero aprovechar más la vida. Y tú ¿Qué cambios tendrías que hacer?
Imagen de hoy pegatina1 y video por @Gjsuap