Comentábamos ayer que los nombres de los meses de nuestro calendario llegan desde una tradición romana. ¿Pero qué sucede con los nombres de los días? Algo parecido: son reminiscencia de culturas ancestrales que siguen presentes simplemente porque no las olvidamos… aunque expresamente no las mencionemos.
Así, los días de la semana son Lunes (por la Luna), Martes (por Marte), Miércoles (Mercurio), Jueves (Júpiter), Viernes (Venus), Sábado (Shabbat) y Domingo (Domminus, día del señor).
En ingles, Saturday que corresponde al sábado corresponde al nombre romano original, correspondiente a Saturno, y Sunday denomina al a domingo y quiere decir «el día del sol». También se trasliteraron algunos de los dioses romanos por otros nórdicos, como Thor, dios del Trueno e hijo del poderoso Odín (o Wodin), nos dan respectivamente «Thursday» y Wednesday.
Cuando recordamos que el martes es el día dedicado al dios de la guerra, el tradicional refrán «en martes ni te cases ni te embarques ni de tu casa te apartes» toma un sentido si bien literal, un poco absurdo en estos tiempos. Es decir, si era el día en que se veneraba en la antigua Roma a la guerra, tiene sentido no empezar algo bajo esa protección. No así en el mundo actual.
Por otra parte, en el siglo XIX muchos estados de Estados Unidos emitieron lo que se denominaron «blue laws» (o «leyes tristes») que establecían restricciones al tipo de actividades que se podían o no realizar en domingo, día del Señor y que por tanto debía ser de reposo, meditación y oración, por lo que actividades como el comercio, los bailes u otras actividades placenteras deberían evitarse. Así, en algunas ciudades se prohibía la venta de sodas (refrescos) o de helados. (En esos años no se vendían refrescos embotellados, sino que eran preparados directamente en las farmacias o boticas, por cierto origen de la Coca-Cola: una farmacia de Atlanta a cargo de John Pemberton, en 1886).
¿Qué se puede hacer con una ley así? Por supuesto, si tiene un origen religioso no es fácil combatirla, pero por otra parte tampoco interesa cumplirla. En distintas poblaciones -según unas fuentes, consultadas, en Ithaca principalmente- consideraron que estaba prohibido vender helado, pero si al helado le ponías una cobertura de crema batida, jarabe de fresa o chocolate y cobertura de nuez, fruta picada, grageas, o cereza, dejaba de ser helado y se volvía un platillo preparado, por lo que dejaba de aplicársele la prohibición. Y para permitir que los consumidores lo supieran, le llamaron «Sundae», a fin de señalar que era un producto que sólo se ofrecía en el Sunday sin ofender a las muy religiosas autoridades que consideraban blasfemia dar el nombre del santo día a un producto cualquiera… Y más a uno tan pecaminosamente rico.
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Me encantó tu post. De lo mejor que te he leído. "Es decir, si era el día en que se veneraba en la antigua Roma a la guerra, tiene sentido no empezar algo bajo esa protección. No así en el mundo actual." Parecería que en México, el dios Marte se apoderó, desgraciadamente, de toda la semana. Ojalá la luminosidad del Sol pronto regrese a esta tierra violenta.
¿Cómo? ¿No sabías que en México ahora vivimos en Martlunes, Martmartes, Martmiércoles, Martjueves, Martviernes, Martsábado y Martdomingo? En fin… Tal vez es porque no se trata del dios de la guerra sino del diablillo de la violencia cotidiana. Gracias por leer y comentar, saludos.