Zootopia, la más reciente película de Disney Animation Studios está hermosa. Con un buen guión y una técnica casi perfecta, es algo que no se deben perder.
Me da la impresión que ya aprendieron la fórmula Pixar: crear una historia que sea entretenida para los pequeños, pero tratándolos como seres pensantes e inteligentes, que no requieren algo «sencillo» o torpe para involucrarse. Pero que tenga también guiños para los adultos, con referencias a otras películas -clásicas, si se puede- u otras formas culturales. Algo, además, que tenga mensaje para la cabeza y también para el corazón. Y si le añaden el buen manejo técnico de la animación, tienen un producto ganador.
Zootopia: Premisas y bases.
Como en otras ocasiones, no haré una reseña como tal de la película. En esta entrada no verás más de lo que el trailer que incluí te puede mostrar: lo básico. Pero si quiero compartirte un par de ideas.
El nombre de la película, Zootopia, recuerda el nombre de la más famosa obra de Santo Tomás Moro: Utopía. Originalmente planteada como «ningún lugar», refería la creación de una sociedad perfecta. Sociedad que tenía labores bien definidas para cada integrante, que además procuraban una visión moral. Incluía una división del trabajo que alentaba la especialización. Visión que intentó llevar a la práctica Tata Vasco, en los territorios de lo que hoy es Michoacán, y que nos dejaron una cultura de emprendedurismo y especialización que nos legan, entre otras cosas, las guitarras de Paracho, el cobre martillado de Santa Clara del Cobre y otras expresiones artísticas arraigadas localmente.
Pero esta Zootopia no tiene eso precisamente: de entrada, los animales que habitan en ella son todos mamíferos. Pero adicionalmente la ciudad tiene «sectores» especializados por clima, que incluyen sabana, selva, desierto y tundra. Y, por supuesto, la ciudad en dónde todos confluyen con los mejores servicios -como un monorriel- e incluso «ghettos» para que los animales pequeños no tengan riesgos de ser aplastados por los grandes.
Como en otras películas de Disney, el mensaje de «tu eres especial» y «sueña y logra hacer realidad tus sueños» están presentes de manera abundante. Pero a diferencia de la fórmula clásica, los villanos no son villanos puros y los héroes no son buenos puros: hay buenos con fallas y malos con aciertos. Y eso ya hace un giro interesante. Se nota la mano de John Lasseter en esto.
Añadan que la parte fílmica está genial: buenos paisajes, buenos personajes y buenos chistes. Fotorealimso en muchas cosas y el mundo de fábula en que los animales están humanizados logran un buen balance. La música está interesante y muchos personajes recuerdan a personas conocidas, desde Gazelle -interpretada por Shakira- y su ballet de tigres hasta los «burócratas» de la oficina de control vehícular, todos ellos unos auténticos perezosos -por el animal, pero no la desidia-. Encontrarás a más de un personaje que te recordará a una persona concreta.
Zootopia: aguas con los pequeños.
El punto que más me preocupó es que en este afán de incluir gags o materiales para los adultos, se les pasa la mano para con los niños, particularmente los más pequeños. Las secuencias de tormentas o violencia pueden llegar a ser fuertes -de hecho, al menos cuatro papás con menores de cinco años tuvieron que salir porque se angustiaban mucho-. Fue un error que vimos en Un Gran Dinosaurio pero en menor magnitud. Es salvable, particularmente si llevan niños de siete años o más, que ya pueden entenderle y se asustan menos.
Incluye escenas que parecen extraídas de clásicos como El Padrino, Blade Runner, Sérpico o incluso de Breaking Bad. Y aquí está el punto más complicado: ¿Cómo explicarles, honesta y adecuadamente a los niños, qué es un club nudista, el consumo de drogas, la Mafia tipo Don Corleone o la corrupción política y policiaca? ¿Cómo puede ser un de los personajes principales un estafador, o la agente policiaca Hopp ser «comadre» de un peligroso delincuente y apoyarse en él para resolver un caso, pero sin acusarlo por los otros crímenes que si se cometen?
Además de hacer buenos chistes, algunos para adultos, el componente de la caricatura de clichés o personas concretas es muy bueno. Pero se basa en el modelo americano: no es un mole, en que todos los ingredientes se muelen y se mezclan -mestizos como nosotros-, sino una sociedad tipo estofado: todo está allí, pero nada se mezcla. Hay distintos hábitats para que los animales estén unidos pero separados. Y si bien la lección sobre la tolerancia, el respeto a la diferencia y la aceptación de los errores está bien, a más de uno le ratificará la idea de que ser diferentes y separar de la sociedad a «los malos», reales o percibidos, es buena idea. En fin, que es una película que puede abonar por la inclusión y la bondad o servir de pretexto para separarnos más. Porque, a final de cuentas, Zootopia es una sociedad perfecta… pero únicamente de mamíferos. E incluso ellos tienen espacios comunes para todos, pero viven segregados.
¿En resumen?
Véanla. Procuren no llevar niños de menos de seis años, y prepárense para responder algunas preguntas incómodas a sus hijos. Vale el boleto, pero manéjese con cuidado. Es una fábula de animalitos pero para niños del Siglo XXI: no es todo dulzura y paz, pero vale mucho la pena. Acá les dejo el corto para que se animen más a verla.
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Imagen de hoy Emily Orpin via Compfight y trailer oficial desde YouTube