¿Dónde andas que aquí no andas? Andas perdido.

«¿Dónde andas? Ya no se te ve… No actualizas el blog, no estás en Facebook, no te asomas a Twitter… Andas perdido. ¿Dónde andas que aquí no andas?». Esa frase -o algunas variantes- las he escuchado consistentemente a lo largo de los últimos meses. Y más porque la entrada más reciente en el blog es del 3 de septiembre. Lo curioso no es escuchar esas quejas. Es… no escucharlas. Es decir, para muchos, mi desaparición temporal ha sido francamente irrelevante. Y eso es un poco triste. Me volví un fantasma gradualmente; y nadie se preocupó.

Y sí: mucha de la actividad en mi cuenta de Twitter @Gjsuap es prácticamente automática: referencias a entradas clásicas de este blog. O de algunos blogs que sigo. Algún comentario a alguna noticia importante. Respuesta a alguna mención. Acaso poco más. Para alguien que llegó a emitir cien tuits al día, hacer eso en una quincena, y con 90% de contenido automático, es demasiado poco.

¡Vaya! Ni cuándo me dió COVID estuve tan desparecido. Así que entiendo que algunos estén extrañados, y más por el silencio de tanto tiempo. Incluso ni siquiera he contestado las menciones en Facebook de mi cumpelaños…. de marzo año que termina. Así que el «andas perdido» tiene sentido. Eso también tiene un motivo.

Andas perdido… en redes sociales.

Por supuesto que el «andas perdido» suena muy grave. Y más cuándo pocos se preguntan el motivo. De un lado, Facebook me gusta cada vez menos. Siento que hay mucha gente polemizando por todo; otros, para evitar esa dicotomía, solo comparten memes y noticias sin contexto -nada realmente personal, pues-. Y, para colmo, la publicidad a todo lo que da. No puedo decir «Que feo maltratan a esos gatos» sin que me salga un anuncio de comida para gatos, peticiones de donativos para albergues felinos y gatos «en adopción» gratis, pero con un pago de $20,000 por «trámites y donativos para albergues».

Algo similar le está pasando a Twitter: hay demasiadas polémicas estériles y poca interacción de calidad. Y si bien cada quien decide con quién interactúa y cómo… también es cierto que poner cada vez más mutes, ignorar comentarios o dejar de ver los trend topics le quita mucho a la experiencia. Se antoja cada vez menos.

Aún así, las cuentas siguen activas y vigentes y me asomo de cuándo en cuándo, aunque escriba poco y responda menos. Con excepción de aquellas menciones directas.

Otras causas del «andas perdido».

A veces, solo a veces, los motivos pueden ser más triviales. En mi caso, es que se saturó la memoria del celular. Y aunque solo me faltaban unos pocos meses para renovar equipo, no quería hacerlo con las opciones disponibles. Mejor esperar a las ofertas de fin de año. Ya tengo aparato nuevo; falta configurarlo y eso que toma mucho mucho tiempo.

Hay otro motivo más importante: gracias a un proyecto nuevo y de suma importancia, los últimos meses del año me la he pasado más en carretera. ¿Cuánto más? Pues digamos que en el trimestre final acumulé unos 5,500 kilómetros manejando, la gran mayoría en carretera. Contrasta con lo ocurrido durante el peor momento de la pandemia: 400 kilómetros en un mes, la gran mayoría del super a la casa y al médico y poco más. Ya sabrán que tanta carretera deja poco tiempo para escribir y otras tareas regulares.

El otro motivo de ausencia.

Hay otro gran motivo para esta ausencia temporal. Y como podrán imaginar… Es tan largo que requiere una -o varias- entradas propias. Sí fue algo que me cambió la vida, que ha generado un gran trimestre de cierre de este año 2021 y que tendrá grandes consecuencias andando el tiempo.

Y como podrán deducir, es algo que pasó durante principios de septiembre y que tomó algunos meses de ajuste para asimilarlo… y que causó, entre otras cosas, el proyecto que les comenté que me tuvo ocupadísimo este último trimestre. No sé si estoy listo para compartir mis observaciones de esta etapa y del evento que las causó… Pero, de ser así, será el siguiente año. Los espero aquí, en Dichos y Bichos.

Imagen de hoy: Daisy Anderson en Pexels.com